“El cubo” es una película canadiense de ciencia ficción y terror psicológico dirigida por Vincenzo Natali y protagonizada por seis completos desconocidos. La historia se centra en este grupo de personajes: una doctora, un policía, una alumna aplicada, un deficiente mental, un escapista y un oficinista. Estos seis se encuentran encerrados en un cubo de dimensiones surrealistas el cual, a su vez, está compuesto por miles de pequeñas habitaciones cúbicas que encierran combinaciones matemáticas imprescindibles para distinguir las habitaciones seguras de las que ocultan una trampa mortal.

Esta es la ópera prima de Vincenzo Natali y, en líneas generales, construye un buen espectáculo. Logra transmitir con efectividad la presión, el cansancio y la angustia y ansiedad que atraviesan los protagonistas y a la vez se ocupa de que la trama no se estanque y mire siempre hacia delante. Aparte de eso, dota de un gran ritmo a una película que no se entretiene ni en reflexiones ni en profundas explicaciones. Pasando a las actuaciones, nuestro grupo protagonista se compenetra bien sin que ninguno destaque claramente. Algunas veces sobreactuan y te sacan algo de la historia pero si quitas esos momentos puntuales y perdonas sus errores lógicos por la inexperiencia cumplen con sus roles individuales, funcionan como grupo y ninguno resulta demasiado molesto -bueno, quizás el actor que hace de deficiente mental con sus ridículas intervenciones que avergonzarían al Dustin Hoffman de “Rain Man” o al Sean Penn de “Yo soy Sam-. El guión es claramente lo más flojo, ya que partiendo de una idea interesante con gran potencial se va desinflando lentamente hasta que caes en la cuenta de que todo se reduce a los números primos y de que todas aquellas clases de matemáticas de primaria en las que no atendías nada son realmente la clave para sobrevivir. En serio, no entiendo porque los guionistas no dedicaron más tiempo en darle coherencia a este fallo garrafal y sí le dieron tanta a las especificaciones del cubo y a las intrascendentes historias de los personajes -no necesito saber que el policía pega a sus niños, maltrata a su mujer y le gustan las jovencitas como tampoco necesito que me detallen la vida del oficinista ni que mencione su colección enfermiza de porno-. La fotografía es simplona, correcta aunque un poco repetitiva y cansina. Cierto es que no tenían mucho escenario con el que trabajar y por eso entiendo que la estética visual no impresione. No hablaré de la música ya que no merece mención, solo decir que sino van a realizar un gran tema acorde a la película mejor hubieran puesto alguna música ambiental.



En definitiva, “El cubo” interesa pero no impresiona, llama tu atención para engañarte con una historia desaprovechada -un diamante en bruto- que queda muy bien para un corto pero que se ahoga como largometraje. Sinceramente si hubiera durado media hora habría ganado mucho más, habría sido más misteriosa, enigmática y brutal que lo que es. Dicho esto, con esta propuesta y una crítica generalmente positiva me embarcaba en este thriller con la esperanza de ver algo más que una buena premisa, pensando inocente de mí que no caerían en estereotipos y recursos de tercera. Obviamente me equivoqué, ya que esta cinta, lejos de entretener aburre y toma al espectador como un pobre imbécil que cree no saber seguir la trama intrínseca de alto componente matemático que nos proponen cuando, realmente, lo que pretenden es ocultar sus flaquezas y agujeros de guión con la esperanza de que te pierdas en su acción.

4/10: REGULERA
Que decir de "2001: Odisea en el Espacio" que no se haya dicho ya. Enigmática, imprescindible, metafísica, innovadora, irreverente, etc. Kubrick dejó una huella muy grande cuando en 1968 estrenó esta película precursora de la ciencia ficción, una sombra que cuál monolito se proyectaría en los años venideros sobre esos títulos que intentaron emularla en vano.

En 1984, Peter Hyams intenta ponerse a la altura de este genio con esta insípida continuación que trata de resolver algunos de los misterios que Kubrick, adrede, dejó al libre albedrío del espectador. No obstante, hay que verla como un homenaje a la original y no como una competidora. Teniendo en cuenta esto,  "2010: Odisea Dos" tiene luces y sombras. La idea que guarda Hyams respecto al significado del monolito es respetable y válida y sinceramente creo que es la gran baza de la que dispone la película. Otro punto a favor tengo que otorgárselo al peso atribuido tanto a la Discovery como al computador -ya mítico- HAL-9000 que mantiene la voz del original (algo que se agradece). Sin embargo, tiene varios puntos negativos, siendo el más evidente el telón de fondo "insustancial" de la Guerra Fría, temática que a día de hoy ha quedado obsoleta y que lastra la trama de la cinta. Las actuaciones tampoco sobresalen -pese al gran reparto-, siendo Roy Scheider el único salvable de la quema. El final aunque manido resulta satisfactorio y consecuente con las pretensiones de la misma.

En definitiva, "2010: Odisea Dos" debería ser tratada como lo que es: una guía para "dummies" de la original. Una interpretación personal y resolutiva del abstracto filme de Kubrick. Y aunque su visionado no es imprescindible para los acérrimos de Kubrick sí cumple su propósito de entretener y amenizar aunque no de maravillar como su predecesora.

 6/10: INTERESANTE

Esta es una lista personal donde enumero las 10 cintas más esperadas por mí, lo cual significa que es subjetiva y de ninguna manera trata de sentar cátedra. Dicho esto, entremos en materia:
  1. Hateful Eight (Dir.: Quentin Tarantino). Nueva película del exitoso (e irreverente) realizador americano Quentin Tarantino, que vuelve de nuevo al género del Western con una historia de violencia a las que nos tiene acostumbrados. Con su tono personal y un gran reparto -entre los que se incluyen Kurt Russell, Samuel L. Jackson, Tim Roth o Michael Madsen- esta es la cinta que personalmente más ansío ver, especialmente tras ver la sublime Django Desencadenado y se estrenará en noviembre de 2015 en EE.UU (aún no se sabe su fecha de lanzamiento en Europa). 
  2. Star Wars episodio VII: El despertar de la fuerza (Dir.: JJ Abrams). Hace una década desde el estreno del Episodio III y el final de la trilogía que sirvió de precuela a la saga iniciada en los años 80 y, tras el cambio de manos de la franquicia galáctica más icónica del cine -George Lucas la vendió a Disney-, por fin veremos una nueva trilogía de La Guerra de las Galaxias. Con JJ Abrams (Star Trek, Super 8) en el timón esperamos que esta vez no naufrague -que conste que yo soy firme defensor de las precuelas- y vuelva a los orígenes que la hicieron grande en el firmamento cinematográfico. Con un reparto de lujo que incluye a las tres figuras protagonistas de la trilogía original y un aparente regreso al realismo por encima del CGI esta es desde luego una de las películas más esperadas por el público en general y por un servidor en particular. Su fecha de estreno mundial será el 18 de diciembre.
  3. Spectre (Dir.: Sam Mendes). Christoph Waltz, Monica Bellucci, Ralph Fiennes, Daniel Craig, Hoyte Van Hoytema (fotógrafo de Interstellar o Her) y Sam Mendes (director de la aclamada Skyfall) son algunos de los encargados de colocar de nuevo al agente secreto del MI6 más conocido del celuloide entre las mejores películas del año -y personalmente creo que lo van a conseguir-. Skyfall daba un giro de 180º a la franquicia con un James Bond atormentado, oscuro y una estética original que insuflaba aire fresco a una saga que llevaba tiempo atascada. Con Sam Mendes de nuevo, rodeado de un equipo experto y un reparto muy sólido, Spectre promete más de lo mismo: un villano magnético e imponente, unos secundarios acordes y un Daniel Craig que regresa una vez más (¿y por última?) al personaje de Ian Fleming. Promete y mucho. Fecha de estreno noviembre de 2015.
  4. The Revenant (Dir.: Alejandro González Iñárritu). Viene de ganar el Oscar por Birdman y vuelve a trabajar con su director de fotografía habitual Emmanuel Lubezki que firmó una genialidad técnica con Birdman que le valió la preciada estatuilla. Sin un borrón en su filmografía, el mexicano se rodea de nuevo de un reparto de lujo con Leonardo DiCaprio, Tom Hardy o Domhnall Gleeson para narrar una historia de venganza ambientada en el siglo XIX con tintes biográficos que pinta muy bien. ¿Superará a Birdman? No lo sé. Lo que sí sé es que esta es una de mis películas más esperadas del año ya que cuenta con uno de los mejores cineastas del momento y unos actores sólidos y dedicados que tratan de superarse con cada papel que interpretan. Aunque su estreno en España es en Febrero de 2016 dado que en EE.UU. se estrenará en navidades de 2015 y contará como película del mismo año, he decidido colocarla en esta lista.
  5. El puente de los espías (Dir.: Steven Spielberg). La última vez que Spielberg y Hanks trabajaron juntos produjeron una de las miniseries más recordadas como es The Pacific. Ahora regresan de nuevo con este thriller de espionaje ambientado en el tenso período de la Guerra Fría donde EE.UU. y la URSS protagonizaron una de las partidas de ajedrez político-estratégicas más recordadas de la historia de la humanidad. Si a este cóctel le juntamos el guión de los hermanos Coen y la fotografía de Janusz Kaminski (Salvar al soldado Ryan, Minority Report o La Lista de Schindler) el resultado es una película con visos a convertirse en una auténtica experiencia imperdible. Fecha de estreno octubre de 2015.
  6. Black Mass (Dir.: Scott Cooper). Si bien Johnny Depp ha caído en el ostracismo hollywodiense haciendo auténticos bodrios como Mortdecai, Transcendence o The Tourist (menudo currículum fatale) quiero creer que aún puede encauzar su carrera y brindarnos alguna que otra interpretación memorable. Black Mass es su oportunidad para redimirse y recordarnos que también sabe actuar -y muy bien-. Con Scott Cooper (Corazón Rebelde y Out of the Furnace) el proyecto parece estar en manos serias y responsables con lo cual quizás podremos ver unas actuaciones sobrias y creíbles además de una historia dinámica y una estética cuidada. Podría ser un éxito o un fracaso, pero yo prefiero confiar y ver por mí mismo y de momento me gusta lo que veo. Fecha de estreno octubre de 2015.
  7. The Martian (Dir.: Ridley Scott). Ridley Scott y ciencia ficción, ¿acaso no apetece? Ciertamente el realizador británico no está en el mejor momento de su carrera. Robin Hood no convenció, Prometheus fue decepcionante a nivel argumental, El consejero fue un batacazo en toda regla y Exodus aunque sea la mejor de las mencionadas tampoco alcanza sus estándares de calidad (otro que como Depp no acierta últimamente). Dicho esto, su propuesta de una aventura espacial de supervivencia me convence y el reparto reafirma mis buenos presagios (Matt Damon, Jessica Chastain, Kate Mara, Chiwetel Ejiofor y un largo etc.). Si la historia está bien construida y los personajes están bien definidos (la ambientación y la estética visual no me preocupan) podría ser la película que devuelva a Sir Scott al Olimpo de los directores. Fecha de estreno noviembre de 2015.
  8. Midnight Special (Dir.: Jeff Nichols). Este director no deja de sorprender, esta on fire y demuestra con cada una de sus obras que es uno a tener muy en cuenta en la industria. Take Shelter es su última colaboración con Michael Shannon, con el que regresa para hacer otro drama. Una película categorizada como independiente, una de esas obras que no llamarán al gran público por su temática y por su manera de construir poco a poco -con mucha atención- la trama. Sin embargo, como solo de pan no vive el hombre y por muy atractivas que resultan las grandes superproducciones que nos vienen este año, creo necesario variar y ver otras cintas que nos aporten algo nuevo y diferente y Midnight Special podría ser la gran opción. Fecha de estreno fijada para noviembre de 2015.  
  9. La Cumbre Escarlata (Dir.: Guillermo del Toro). Fantasía, fantasmas, casas encantadas y terror sobrenatural firmado por el gran Guillermo del Toro. Protagonizada por Jessica Chastain, Mia Wasikowska y Tom Hiddleston y un guión escrito por el propio del Toro, esta película de terror a la antigua usanza (véase La Mansión Encantada de Robert Wise o El Espinazo del Diablo precisamente de del Toro) promete sustos y una atmósfera cautivadora. Por eso y por ser una de las pocas buenas propuestas de terror del año la coloco entre las diez primeras. Fecha de estreno octubre de 2015.
  10. Everest (Dir.: Baltasar Kormákur). Las aventuras alpinistas por alguna razón no abundan en el cine y sin embargo algunas como 127 horas, ¡Viven! o incluso Límite Vertical resultan muy satisfactorias. Personalmente creo que es un género muy agradecido: visualmente apabulla y la acción suele ser trepidante y frenética. Si además cuenta con un buen reparto (Jake Gyllenhaal, Keira Knightley y Josh Brolin) entonces tiene los ingredientes necesarios para hacer de ella una película notable. Su fecha de estreno está prevista para septiembre de 2015.
Esta es mi lista, hay muchas otras películas llamativas este año que se caen de ella pero que por supuesto están en la lista de muchas otras personas. Superproducciones como Terminator: Génesis (julio de 2015), Los Vengadores:Era de Ultrón (30 de abril), Misión Imposible 5 (agosto 2015) o Parque Jurásico 4 (12 de junio) atraerán a mucha gente al cine pero, personalmente, creo que no tienen el valor fílmico de estas diez. Además de seguro habrá alguna sorpresa inesperada, alguna película que está fuera del radar pero que podría colarse entre las mejores del año y alguna de las mencionadas podría defraudar. El tiempo dictará sentencia.
En cuanto al cine español, estas son mis preferidas:
  • Un día perfecto (Dir.: Fernando León de Aranoa). Protagonizada por Tim Robbins, Benicio del Toro y Mélanie Thierry. Se estrenará en agosto de 2015.
  • El desconocido (Dir.: Daniel de la Torre). Thriller Protagonizado por Luís Tosar. Fecha de estreno aún por conocer.




P.D. ¿Cuáles son vuestras películas más esperadas? Todo aquel que quiera está invitado a comentar y dejar sus propias opiniones y/o sugerencias en los comentarios.














Ficha técnica

Título: Serbuan Maut (The Raid: Redemption)

Duración: 100 min.

Año: 2011

País: Indonesia

Dirección: Gareth Evans

Guión: Gareth Evans

Música: Aria Prayogi

Fotografía: Matt Flannery

Reparto: Iko Uwais, Doni Alamsyah, Joe Taslim, Yayan Ruhian

Género: Acción. Artes Marciales

Sinopsis: En las entrañas de los barrios bajos de Jakarta se encuentra un edificio seguro e impenetrable habitado por los gángsters y asesinos más implacables del mundo. Hasta ahora, dicho bloque era considerado intocable por las fuerzas policiales. Sin embargo, un escuadrón de la fuerza de élite de la policía logra infiltrarse con el fin de acabar con la vida de un poderoso capo de la droga atrincherado en el último piso del bloque.

P.D. Esta es una recomendación especial para todo aquel que disfrute de las buenas cintas de acción que tan poco abundan en los grandes cines hoy día. Redada Asesina es una película violenta y explícita en su contenido no apta para gente sensible ni para menores. Dicho esto, en mi opinión esta y su secuela ("The Raid 2") son dos de las mejores películas de acción de los últimos años, dejando a la altura del betún otras como "Los mercenarios" o las secuelas de "Venganza".

“El año más violento” es lo nuevo de J.C. Chandor -realizador de “Margin Call” y “All is lost”- que regresa para escribir y dirigir esta cinta. La trama gira entorno a Abel Morales (Oscar Isaac) quien dirige un negocio de transporte de gasolina en la Nueva York de 1981 -que según reza la película es el año más violento en su historia- viéndose constantemente amenazado y enfrentado a numerosas fuerzas de la ciudad. Por una parte tenemos a la mafia local que harta de su fulgurante éxito tratará de hundirlo a él, a su entorno y a su empresa; por la otra están las fuerzas del orden representadas por el fiscal de la ciudad quien lidera una cruzada contra su negocio. Con la ayuda de su mujer (Jessica Chastain) y su abogado (Albert Brooks) tratará de esclarecer quien está detrás del complot a la vez que continúa su expansión empresarial.

Empezando por la dirección de Chandor que, tratando de imitar la estética de películas mafiosas de antaño, cae en convencionalismos y recursos trillados donde la originalidad brilla por su ausencia, los escenarios dan la continua sensación de dèja-vu y la ambientación está muy poco elaborada -teniendo en cuenta que tenía mucho material donde inspirarse en la NY de principios de los 80- por lo que su visionado no aporta nada nuevo al espectador que se debate entre el aburrimiento y la frustración ante una obra que pudiendo ser notable se conforma con el aprobado raspado. La fotografía es bastante común, de nuevo siguiendo el común denominador, aunque tampoco puede hacer mucho con la ordinaria puesta en escena y la escasa originalidad de la historia. La iluminación imita malamente la genial atmósfera que Gordon Willis creaba en sus exitosos trabajos con Woody Allen o Coppola. Los interiores resultan monocromo con una predominante oscuridad que inunda la gran mayoría de escenas; por otra parte los exteriores se ven mejor aunque son tan breves que resultan inapreciables en su conjunto. Las actuaciones tampoco destacan ya que el reparto no tiene un guión sólido ni unos personajes bien definidos con los que trabajar. El resultado es un Isaac irreconocible, hierático y poco inspirado que tira del “look” de gángster estereotipado visto mil veces en la pantalla; Chastain actúa como la típica mujer del mafioso que se comporta prepotente y agresivamente; Albert Brooks desaprovechado -como la gran mayoría- tiene un papel que muestra muy poco de sus capacidades interpretativas en este género de películas, limitándose a cumplir el rol de escudero de Morales y poco más. El guión es claramente el gran lastre. En mi opinión Chandor no sabía que película quería hacer, lo que sí sabía es que quería hacer un guiño a las cintas de Lumet, Scorsese, Friedkin, Siegel y compañía. Así que decidió incluir todos los elementos que las caracterizaban como la mafia -de Scorsese-, las persecuciones -de Siegel-, el protagonista en constantes problemas -de Lumet- y el legendario telón de fondo neoyorquino, olvidándose de que lo que realmente necesitaba era una historia coherente y unos personajes interesantes que llamasen la atención de la audiencia.


En conclusión, “El año más violento” es un buen envoltorio -muy prometedor- que carece de alma, un diamante en bruto que cayó en malas manos y lo peor de todo es que no la recordarás más allá de la salida del parking del cine. Pese a contar con una premisa y localización llamativas se hunde irremediablemente por culpa de un guión deslavazado, una dirección demasiado conservadora y una caracterización de personajes unidimensional que impide a estos sólidos actores lucirse como les gustaría.

5/10: PASABLE

Ficha técnica

Título: Salinui Chueok (Memories of Murder)

Duración: 130 min.

Año: 2003 (2 de Mayo)

País: Corea del Sur

Dirección: Bong Joon-ho

Guión: Bong Joon-ho, Shim Sung-bo
            (Obra teatral: Kim Kwang-rim)

Música: Taroh Iwashiro

Fotografía: Kim Hyeong-gyu

Reparto: Song Kang-ho,
               Kim Sang-kyung, Kim Roe-ha, Song Jae-ho

Género: Thriller policíaco. Crimen.

Argumento: En el año 1986, en una pequeña localidad de Corea del Sur, una joven aparece brutalmente violada y asesinada; poco después, se encuentra otro cadáver en similares circunstancias. Dos detectives locales, Park Doo-man y Cho Yong-koo, investigan los hechos con una notable falta de resultados. A ellos se sumará Seo Tae-yoon, un detective enviado desde Seul que sigue unos métodos muy distintos, lo que provocará continuos conflictos con sus compañeros. Cinta basada en la obra de teatro de Kim Kwang-rim, que a su vez se inspira en la historia real del primer asesino en serie conocido en Corea cuyos crímenes tuvieron lugar entre 1986 y 1991 en la provincia de Gyeonggi.





Según ha anunciado la productora Alcon Entertainment, el doble nominado al Oscar por sus trabajos "Incendies" y "Prisoners", Denis Villeneuve dirigirá la secuela de "Blade Runner" en la que repetirá Harrison Ford como el  legendario caza replicantes Rick Deckard. Así se ha confirmado el pasado 26 de febrero, en Los Ángeles, cuando los fundadores y dirigentes de Alcon daban una rueda de prensa en la cual decían, textualmente: "Estamos encantados de que Harrison se una en esta aventura junto a Denis (Villeneuve)". Pero no solo eso, sino que también revelaron que Hampton Fincher -uno de los guionistas de la original- se encargará de la historia junto a Michael Green -conocido por los guiones de "Linterna Verde" o las series "The River" y "Heroes"- además de contar con Ridley Scott como productor ejecutivo del proyecto.


Lo poco que se sabe de la historia -ideada en sus inicios por Hampton Fincher y Ridley Scott- es que se situará varias décadas después del final de la original de 1982. Entonces, ¿qué harán con el icónico personaje de Deckard? No lo sabemos, lo que sí sabemos es que el proyecto está en buenas manos y que aún tienen tiempo de pulir el guión antes de empezar el rodaje, previsto para el verano de 2016. ¿Es necesaria una secuela? ¿os gusta Villeneuve como realizador? ¿será un éxito o un fiasco? y ¿qué opináis de la idea que tienen en mente: es mejor seguir con la historia de Deckard o deberían empezar otra desde cero?

“Inherent vice” es la última obra del camaleónico cineasta Paul Thomas Anderson -tras llevar a la gran pantalla la polémica vida de Lancaster Dodd, fundador de la Iglesia de la Cienciología- que cuenta con guión basado en la novela de Thomas Pynchon y adaptado por él mismo, un reparto de lujo entre el que destaca Joaquin Phoenix como el investigador privado Larry “Doc” Sportello, Josh Brolin en el papel antagonista de Christian F. “Big Foot” Bjornsen y un sinfín de secundarios que se complementan maravillosamente con este dúo -desde Owen Wilson hasta Katherine Waterston, pasando por Benicio del Toro, Reese Witherspoon o Martin Short entre otros-. La historia gira entorno al personaje de Joaquin Phoenix -dando vida a un híbrido entre “el Nota” de “El gran Lebowski” y el detective Gittes de “Chinatown”- quien es contratado por su ex Shasta Fay para investigar un presunto plan para robar la fortuna e internar en un manicomio a su amante y magnate inmobiliario de Los Ángeles Michael Wolfmann. Plan urdido por su mujer Sloane y su entrenador personal. Esta es la base de una historia enrevesada, liosa y frenética que en sus más de dos horas y media de metraje no para de bombardearte con información confusa y una interminable lista de personajes que guardan relación entre ellos -aunque no sabemos cual-, construyendo así una irresoluble tela de araña tanto para el detective Sportello como para nosotros los espectadores.


Me gustaría comenzar con la efectiva dirección de Anderson, que claramente trata de plasmar ese ambiente de finales de los sesenta, principios de los setenta donde el movimiento hippie -así como sus abanderados- estaba en extinción, luchando a contracorriente contra el entramado capitalista que se erigía en EE.UU. Un cierto tono melancólico se apodera de las escenas, evocando a la tristeza y al recuerdo de una época más lúcida y que también se extiende a algunos personajes como a “Doc” o al desestructurado matrimonio protagonizado por Owen Wilson y Jena Malone. La fotografía está en manos de su compañero de fatigas Robert Elswit, con el que trabajó en todas sus cintas a excepción de “The Master”, “Boogie Nights” y “Sidney”, su ópera prima. El montaje y edición de la película está meticulosamente trabajado para no resultar lento en exceso aunque sí es cierto que se podría haber acortado alguna escena y haber añadido alguna otra que indagara mejor en la historia afin de simplificarla. Digno de mención es el vestuario y ambientación de la película. El “look" de Sportello y compañía contrasta con el del tajante agente de policía “Big Foot” y ambos representan las dos caras de la moneda. En un lado del ring, tenemos al púgil conservador caracterizado por el discutido Lyndon B. Johnson -el presidente que respaldó la Guerra del Vietnam- y un Richard Nixon que, según la cronología de la cinta, recién ocupaba el cargo de presidente de los Estados Unidos y por el otro tenemos al peso welter pacifista, el estandarte de la libertad, el altruismo y la paz, un combatiente herido y cansado de antemano que, siendo sinceros, no tenía ninguna posibilidad de victoria. Como enuncia la película, EE.UU. es una madre suicida que sacrifica a sus hijos en una guerra sin sentido. La música está presente a lo largo de la cinta y por supuesto está influenciada en gran medida por esa música psicodélica y enrollada de los sesenta. Las actuaciones son convincentes en general, sobresaliendo unos por encima de otros. En mi opinión, el cuarteto formado por la parsimonia buen rollista de “Doc”, la ira de “Big Foot” y el halo de misterio que envuelven a Owen Wilson y a Katherine Waterston elevan a “Inherent Vice” a otro nivel de adicción. En cuanto a la adaptación de la novela de Pynchon, tengo entendido que es una obra densa y enrevesada -tal y como le gusta al autor- lo que vuelve el trabajo de adaptación de Anderson todo un reto que ha superado con nota y creo que el novelista estará ampliamente satisfecho tanto por la manera en la que el director logra captar la esencia de la historia que narraba -el final de un estilo de vida en Norteamérica y el cambio traducido en una generación futura encorsetada y perdida- como por el hilo conductor de la película que, a pesar de contar con demasiadas incógnitas y cabos sueltos, resulta tan simpático en su conjunto que no podrás evitar volver a verla con el fin de encajar alguna pieza más del rompecabezas.




En conclusión, “Puro vicio” es un espectáculo de dos horas y media de duración, una obra que rema a contracorriente, luchando contra los estigmas de nuestra sociedad moderna. Es una película melancólica, una oda al estilo de vida obsoleto de los sesenta y una reivindicación por una vida más simple, una vuelta a los orígenes, alejada de las construcciones megalómanas, el estrés galopante, las guerras sin sentido y las intenciones interesadas y manipuladoras de gobiernos que lejos de proteger a su país lo hacen enfermar y lo contaminan llevando a su sociedad al borde del abismo. Desde luego no es una película para todo el mundo -sino no podría conseguir sus fines- o la odias o la amas o la criticas o la alabas, no hay termino medio. Personalmente yo la amo, con sus defectos -que son importantes como mencione anteriormente- y sus virtudes ya que es irreverente y reivindicativa y cuenta con unas interpretaciones, un guión y una ambientación dignas de admiración. Siéntense y disfruten de las psicodélicas aventuras del investigador hippie “Doc” Sportello, déjense llevar por su mundo y sobretodo transpórtense a esos tiempos pasados que como reza el irrefutable refranero español siempre son mejores.

8/10: NOTABLE



¡ALERTA SPOILERS!

Entrando en materia, me gustaría atreverme a responder a algunas de las incógnitas que nos plantea -por supuesto si no queréis arruinar la experiencia, no sigáis leyendo-. ¿Qué relación guardan Wolfmann, el FBI, su mujer y Adrian Prussia? Mi opinión es que Wolfmann era un capo venido a menos que tenía graves problemas con las drogas y relaciones extra-maritales conflictivas (Shasta, Luz,etc.) y su mujer Sloane sabía de ese vicio, así que decidió liársela al bueno de Mickey -apoderándose de su mansión y de su fortuna- con la ayuda del FBI que, por supuesto, buscaba controlar el “cotarro” angelino. Ahí es donde entra Adrian Prussia, principal rival de Wolfmann, que accede a cooperar con el FBI a cambio de hacerse con las principales vías de tráfico de droga de California. ¿Qué demonios es el Colmillo de Oro? Es un sindicato de dentistas que forma parte del tejido corrupto de la mafia local -como la policía y otras entidades-. Si os fijáis, momentos antes, en un flashback que recuerda un momento próspero en la vida sentimental de “Doc” y Shasta estos dos están jugando a la Ouija cuando descubren supuestamente una dirección para conseguir droga y llegan a un solar donde años después sorprendentemente se ubica el imponente rascacielos en cuestión. Mi interpretación es que Anderson quería lanzar el mensaje de que antes -cuando esa construcción aún no existía- eran momentos felices y joviales en comparación con el presente.  Pero el Colmillo de Oro es también el barco fantasma que transporta la droga que luego se distribuirá, un misterioso navío del que nadie quiere hablar y que personalmente pienso que estaba controlado por Wolfmann y que, tras su ingreso en el sectario manicomio Chryskylodon, pasa a manos de Prussia quien a su vez colaboraba con el FBI. ¿Quién y qué hace Coy Harlingen? Empezando por su mujer, es de suponer que reparó su dentadura en la mencionada clínica clandestina del sindicato de dentistas. Por otra parte, su marido y saxofonista Coy Harlingen resulta estar “muerto”, aunque su mujer crea lo contrario. Mi teoría es que esta pareja debía dinero a media ciudad, así que un día, cuando Coy fue a por droga a su habitual camello “El Drano” -quien trabajaba para Prussia- este le propuso que a modo de devolución y pago utilizara su prestigio en la marginada sociedad hippie de entonces para infiltrarse y colaborar con el controlador gobierno norteamericano. Coy acabó harto de su tapadera, no aguantaba más así que le ruega a su compañero “Doc” que le saque de ahí y le lleve con su mujer y su hija Amethyst. Ahí es donde entra el abogado del diablo Fenway -que casualmente le debe una a “Doc” por devolverle a su fugada hija Japonica y que tiene poderosos contactos- ofreciéndole un  trato: devolver los 20 kilos de droga pertenecientes a alguno de sus clientes -¿el gobierno actuando encubierto?- a cambio de la libertad de Harlingen. ¿A qué juega el FBI? El FBI es un organismo gubernamental que vela por los intereses del poder. Mi opinión es que el FBI y por extensión el gobierno -del cual la cinta expone una opinión muy negativa- quiere controlar el negocio de la droga afin de acabar con los molestos hippies que quedan así que quitan de en medio a Wolfmann -el cual a su vez había sucumbido a las drogas- silencian a todo aquel que guardara relación con él y ponen al mencionado Prussia bajo el control del “Colmillo de Oro”. Al final, el departamento de Justicia embarga dicho barco destapando así parte del entramado. Pero ¿qué pasa con “Big Foot”? Bjornsen era un policía corrupto, que vendió a su amigo y compañero -probablemente a causa de que sabía demasiado y no se dejaba sobornar- y quería hacer lo mismo con Sportello al cual colocó en la escena del crimen de Charlock e intento cargarle el muerto en más de una ocasión. Una vez Prussia es eliminado, Bjornsen pretende robar la droga y colocársela a “Doc” para que todo quede en una disputa entre el detective y el capo y “Big Foot” se librara de la cárcel. Obviamente no le salió bien la jugada. Por último, ¿qué significa el final? En el final vemos a “Doc” y Shasta -que momentos antes habían tenido un encuentro reconciliador en la casa del primero- en coche, dirigiéndose vete tú a saber donde. Yo creo que es una alegoría de libertad, de que por fin se han librado de todos sus problemas, de las cadenas que los ataban y de los fantasmas que los perseguían y vuelven a estar juntos como en los felices “viejos tiempos”.