Ficha técnica

Título
: Kokaku Kidotai (Ghost in the shell)

Año: 1995

Duración: 85 min.

País: Japón

Director: Mamoru Oshii

Guión: Kazunori Itô (Cómic: Masamune Shirow)

Fotografía: Hisao Shirai

Música: Kenji Kawai

Género: Anime. Ciencia ficción. Thriller. Cyberpunk

Sinopsis: Motoko Kusanagi es la Mayor a cargo de las operaciones encubiertas de la "Sección 9", especializada en crímenes informáticos. Pero la Mayor Kusanagi no es una simple soldado, sino un cyborg con capacidades físicas e intelectuales sobrehumanas útiles para el desempeño de su labor.
Hipnótica cinta de ciencia ficción con una impecable factura visual -y un argumento laberíntico- que sirvió de inspiración para sagas tan reconocidas como Matrix. Imprescindible para amantes del género y de una historia absorbente. Anime en estado puro.

Del 29/04/16 al 1/05/16


HACE 10 AÑOS...


La que fuera penúltima obra del maestro realizador de 12 hombres sin piedad, Serpico o Tarde de perros, Sidney Lumet, tuvo como protagonista a Vin Diesel. Puede que, a priori, la idea de juntar artistas tan distintos parezca descabellada y desde luego ni siquiera el mayor entusiasta podrá negar que Declaradme Culpable es una obra menor en su filmografía. Sin embargo, tampoco es tan terrible como podría haber sido y quizás sea el mayor cumplido que se le pueda dar. Vin Diesel hace uno de sus papeles más entretenidos y variados de su carrera, dejando de lado el semblante de tipo duro que le ha ganado su fama. La historia no deja de ser un drama judicial corriente con algún acompañamiento cómico. Es uno de esos filmes que probablemente nunca imaginarías ver pero que, si topas con ella un domingo por la tarde zapeando, colmará sobradamente tus expectativas. 


HACE 20 AÑOS...


Quizás lo que Declaradme Culpable hubiera querido ser de haber disfrutado de mejores actores y un guión más intrigante. Las dos caras de la verdad es una de las pocas películas protagonizadas por Richard Gere que me gustan, claro que aquí tiene a un joven Edward Norton para apoyarlo. El talentoso actor empezaba su carrera con roles complejos y arriesgados -como así lo atestiguaría pocos años más tarde en American History X-. No recuerdo mucho de su argumento ya que hace bastante tiempo desde que la viera, lo que sí sé es que gira entorno al proceso judicial de Aaron (Norton), acusado del asesinato del arzobispo de Chicago. Martin Vale (Gere) será el ambicioso abogado que, en busca de fama y reconocimiento, representará a Aaron en un caso que parece imposible de ganar. Dirigida por un Gregory Hoblit que un par de años más tarde produciría mi película favorita suya; Fallen con Denzel Washington y John Goodman. Recomendable para los fans de Gere y para amantes del género judicial.


Vinyl es la nueva serie de HBO, creada por el dúo responsable de la fantástica Boardwalk Empire, Martin Scorsese-Terence Winter. A este tándem se une ni más ni menos que el cantautor, productor y leyenda viva del rock 'n' roll Mick Jagger, el cual vivió junto a su banda, los Rolling Stones, la gloriosa época de los 60 y 70. Un período largo y exitoso, donde la música experimentó una revolución sin precedentes, trascendiendo sus letras y coros para convertirse en el estandarte de una generación de jóvenes idealistas. En este agitado marco, Vinyl nos muestra con todo lujo de detalles aquella “sucia” Nueva York, donde artistas de todo pelaje y disciplinas daban rienda suelta a su creatividad, suscitada muchas veces por el abuso de las drogas y el alcohol. Uno de los encargados de descubrir dicho talento -y explotarlo en beneficio de su discográfica- es Richie Finestra (Bobby Cannavale), propietario y fundador de la American Century Records junto a su socio, Zak Yankovich (Ray Romano). Un sólido reparto, una historia atrevida y una dirección inmejorable, Vinyl cuenta con todos los ingredientes para convertirse en una serie imprescindible para todo amante de la música y seriéfilo que se precie.


Desde el episodio piloto, dirigido por el maestro Scorsese, la serie me enganchó en gran parte por la magnética interpretación de Bobby Cannavale, quien ya mostró destellos de su talento en Boardwalk Empire y más recientemente en Blue Jasmine. Dos trabajos que le dieron la oportunidad de demostrar su valía en esta serie y vaya si la ha aprovechado. Su presencia en pantalla me recuerda a la de un joven Al Pacino, todo energía y pasión devorando a la cámara. Eso no significa que otros secundarios como Olivia Wilde, Ray Romano o Max Casella no lo brillen, más bien al contrario, es sólo que tuvieron la mala fortuna de compartir escena con este monstruo. 

La serie y él viven en constante simbiosis, incluso diría que ésta necesita más de la aportación del actor. Sus emociones se expresan como una montaña rusa con el desarrollo de la historia; pasando por tantos altibajos como minutos tiene la temporada. A ello se junta la expresividad de su personaje, Richie Finestra, un cocainómano alcohólico que intenta desesperadamente purgar sus pecados. Pese a su nefasto comportamiento, no puedo evitar simpatizar con él. Vale que el tío es un sinvergüenza y que cada una de las decisiones que toma jodan a sus socios, amigos y hasta familiares. No obstante, es un cabrón tan carismático y está tan atormentado por su sentimiento de culpa, que no puedo dejar de verlo como víctima de su propia naturaleza destructiva. 

En esta serie hay dos clases de capullos; aquellos que pueden dormir por las noches y aquellos que no. Richie entra en esta última categoría y el guión se encarga de que así sea. En esta historia, todas las consecuencias tienen una causa y todas las causas tienen -mayoritariamente- a Finestra como culpable. Y es que, por mucho que lo intenta a lo largo de los diez episodios, siempre termina ensuciándose más las manos. 


El episodio piloto arranca con fuerza esta satisfactoria, aunque en ocasiones, pausada narrativa -sobretodo en sus primeros episodios-, algo que puede echar para atrás a una parte del público. No es una serie que premie constantemente tu fidelidad, como por ejemplo Juego de Tronos o The Walking Dead, ya que su estructura no se presta a ello. Esta primera temporada está más enfocada como una película que como una serie al uso y por tanto, deberás esperar a que se desarrolle el primer y parte del segundo acto hasta poder ver grandes avances en la trama. 

Como dije en la introducción la mayor parte de la acción se desenvuelve en el ambiente de la American Century Records. Su historia profundiza en el día a día de este sello dinámico, aunque inestable, claro que es difícil encontrar estabilidad cuando el presidente y máximo accionista es un yonqui, ¿verdad? Dónde más cojea la historia es en el matrimonio entre Cannavale y Wilde, cuyo arco pasa desgraciadamente a un segundo plano. Personalmente me habría gustado algo más de detalle en este aspecto, aunque suficientes méritos tiene, considerando el limitado número de episodios del que disponía. 


Filmada casi íntegramente en la ciudad que nunca duerme, la fotografía es tan agresiva y transgresora como la época que intenta retratar, transportándonos instantáneamente a esos conciertos y posteriores juergas que se corrían músicos de toda clase en la pecaminosa nocturnidad neoyorquina. 

Por último, como guinda de un pastel ya de por sí delicioso, la música de Vinyl es la hostia, hablando en plata; no hay mejor forma de describir el sentimiento que produjeron en mí todas y cada una de las piezas que cuidadosamente se integran en la serie. Funk, rock, blues, jazz...todas las corrientes que te puedas imaginar tienen su representación. 

Eso sin mencionar el tema “Sugar daddy”, compuesto para la ocasión por Sturgill Simpson, cantante country norteamericano que, alejándose de su zona de confort, nos brinda una pieza con un tono muy sucio y canalla. La banda sonora de Vinyl rescata aquella maravillosa y autodestructiva industria, reivindicándola frente a la “música” vacía y comercial prefabricada -más que compuesta- en la actualidad que, como entonaría Paco Ibáñez, sirve para amansar al rebaño.


En definitiva, Vinyl es una serie indispensable tanto para los seguidores de Scorsese, como para los amantes de la buena música en general. Nueva York, Años 70, una generación de jóvenes inconformistas inspirados por un estilo de vida cuyo lema era la búsqueda de la libertad espiritual y creativa, cimentada sobre el sexo, las drogas y el rock ’n’ roll. Una vida sin frenos; tan rápido te coronas, como te estrellas. En esta atmósfera tan voluble, Richie Finestra se esfuerza diariamente por enderezar el rumbo de su sello discográfico, intentando convertirlo en el estandarte de esta convulsa revolución, a la vez que lidia con sus propios fantasmas, las desavenencias con su familia y sus problemas con las drogas. 

8,5/10: TIEMPO PASADO SIEMPRE DESEADO

Del 22/04/16 al 24/04/16


HACE 20 AÑOS...


Abierto hasta el amanecer es una de esas obras que te hacen sentir culpable mientras la ves: sabes que no es una gran película y es estúpida a más no poder pero no puedes dejar de verla hasta los créditos finales. Esos vampiros, mejor dicho esa vampiresa (cómo olvidar el sensual baile de Salma Hayek), tiene un "je ne sais quoi" que me hace olvidar todo lo malo y disfrutar del show. Robert Rodriguez siempre se ha caracterizado por regodearse en el género de la serie B y ésta, desde luego, no es la excepción. Protagonizada por George Clooney, Harvey Keitel y Quentin Tarantino, Abierto hasta el amanecer es un homenaje al cine de John Carpenter (mirad Vampiros protagonizada por James Woods), llevado a la enésima potencia gore, todo ello acompañado de la comedia negra reminiscente de Sam Raimi. No obstante, debido a su extremo planteamiento e irregularidades en su tono -parece como si la primera mitad hubiese sido dirigida por Tarantino y la segunda por Rodriguez-, provocan que la odies o la ames.
El libro de la selva es un clásico de Disney datado de 1967, basado en un cuento de Rudyard Kipling, que debido a su repercusión cultural desencadenó numerosos remakes y secuelas lamentables en su mayoría. Con el fin de cambiar esto, Jon Favreau (Iron Man, Chef) llega para colaborar nuevamente con Disney -tras arrancar exitosamente su universo cinematográfico de Marvel- y hacer por fin un remake que haga justicia al filme original. Para ello no sólo contará con un gran reparto de voces (Idris Elba, Christopher Walken, Lupita Nyong’o, Bill Murray y más) sino también con unas herramientas tecnológicas que son la envidia de toda la industria. Probablemente muchos ya conoceréis su sinopsis. Mowgli es un niño criado por la selva. Acogido por una manada de lobos como uno más del clan, un día el joven verá su vida y la de sus seres queridos amenazada cuando el tigre Shere Khan se opone a que un humano conviva en el reino animal que él domina. 


Disney lleva años apostando fuerte por hacer remakes de sus clásicos, aunque no con demasiado éxito. Alicia en el país de las maravillas (2010), dirigida por Tim Burton, fue su primer intento que pese a recaudar raudales de dinero en taquilla no convenció a la crítica especializada, como tampoco lo consiguió su segunda película Maléfica (2014), protagonizada por Angelina Jolie, que calcó los resultados de su predecesora. Un tanto de lo mismo le ocurrió al shakesperiano realizador Kenneth Branagh con Cenicienta. Proyectos ambiciosos, con mucho talento y potencial, máquinas recaudadoras que carecen de sentido, ya que ninguna ha conseguido capturar parte de la esencia de su predecesora. Con ese récord negativo llega a las pantallas El libro de la selva, de nuevo cargado con un reparto y un staff técnico de lujo, sólo que esta vez esas expectativas sí se traducen en la pantalla. Jon Favreau desembarca para socorrer este universo fílmico y lo consigue gracias en parte a unos efectos especiales sin precedentes -la totalidad de la película se filmó en un estudio de Los Ángeles- pero también a que guarda alguna reminiscencia con la película original que nos fascinó en nuestra juventud. Su habilidad para dirigir a este chaval, Neel Sethi, es sorprendente sobretodo teniendo en cuenta el peso que cargaba al interpretar al protagonista Mowgli. Ahí es donde un realizador muestra sus verdaderas habilidades de dirección y liderazgo. No os dejéis engañar por su halo de sencillez e inocencia, porque esta adaptación es un mastodonte de 175 millones de dólares que, con el riesgo que supone confiar su éxito o su fracaso en un niño que además debe interactuar frente a objetos inanimados por primera vez en su vida, podría haber resultado en catástrofe de no tener un director tan comprometido como Favreau. Otra de sus proezas es que la totalidad del filme esté hecha por ordenador. Avatar fue la primera en explorar este territorio que El libro de la selva arrasa, dejando a la obra de Cameron a la altura del King Kong de 1933 comparativamente. Con el paso de los años Avatar se acerca más a los dibujos animados, mientras Jon Favreau y su equipo han conseguido trasladar literalmente la selva a un estudio en California, han roto esa superstición de que mucho CGI hería la vista o no resultaba creíble. Ahora, la única cima sin alcanzar es la de recrear humanos por ordenador, que en su día intentó en vano Robert Zemeckis en Beowulf. Volviendo a la comparación con Avatar, he de añadir a favor de los Na'vi que su 3D es netamente superior a este. Pasando a otro tema, todos sabréis que en esta historia los animales poseen capacidades lingüísticas y algo que a priori muchos -incluído yo- temían era que no resultara verosímil. Todos esos miedos se disiparon en cuanto vi a Bagheera -voz otorgada por el gran Sir Ben Kingsley-, la pantera que cuida del joven Mowgli. Las conversaciones entre él y los animales no chirrían en ningún momento, casi nunca observé a Neel Sethi confundido o con la mirada perdida o intentando desesperadamente encontrar la posición de sus compañeros de aventura. Todos los escenarios filmados por Bill Pope (fotógrafo de la trilogía de Matrix, El ejército de las tinieblas y Darkman, entre otras) poseen una amplísima paleta de colores y tonalidades que, en ocasiones, me dejaron boquiabierto. Donde más problema tuve fue con la historia de Justin Marks, guionista de la penosa secuela Street Fighter: La leyenda. Su historia es aburrida, monocorde y genérica, su falta de intensidad es compensada con una predictibilidad que raya lo molesto. Me hubiera gustado una narración más espaciada, donde Mowgli tuviera la ocasión de evaluar su estatus dentro de la pirámide del reino animal mientras, a su vez, el malvado Shere Khan disfrutara de alguna razón coherente para perseguir día y noche a un joven inofensivo y absolutamente adaptado al ecosistema. La excusa de que Mowgli es humano ya no se sostiene. El chico ha sido criado desde que era un bebé por lobos, sus costumbres son las de los animales, ¡hasta su código de honor se rige por el suyo! En su lugar, lo único que obtenemos es una breve y forzada exposición de su pasado, a través de la víbora Ka, que curiosamente está ligada a la del tigre…¡qué conveniente! Por otra parte y aunque alabo el trabajo de Favreau, personalmente me hubiera gustado que la obra se permitiera un poco más de diversión, ritmo y musicalidad. Por desgracia esos momentos, aunque fueron los mejores de la cinta, se quedan cortos. A la pregunta de ¿es ésta la película apropiada para llevar a mi crío de cinco años? Mi respuesta es sí, aunque puede que se duerma o llore en el proceso. La variedad musical es irrisoria, siendo sustituida en múltiples ocasiones por esa estruendosa, irritante y repetitiva canción utilizada en todas las películas de acción para darle más fastuosidad a los instantes finales -seguro que todos os la estaréis imaginando-. Los momentos aventureros funcionan y deleitan al espectador de todas las edades, no era necesario darle "realismo" a una obra cuya idea de base son animales parlanchines. 


En general este remake de El libro de la selva supone el primer éxito de Disney en este universo que tan precipitadamente intentan crear. No es mejor que la original pero lo intenta. No es demasiado recomendable para los más pequeños de la casa ya que pueden pasar algo de miedo y ese es su mayor fracaso, ya que ese es el público al que deberían cuidar más que ninguno. Demasiado oscura, fría e hierática y eso junto a un guión incapaz de crear una conexión entre el público y el único protagonista humano impiden que se convierta en una obra notable. Sin embargo, tanto el espectáculo visual como las aventuras que nos ofrece son razones suficientes para ir a verla al cine y pasar un buen rato con Baloo y compañía en la selva más famosa de Disney.

6.5/10: FAVREAU DEJA HUELLA EN EL REINO DE HOLLYWOOD
Ficha técnica

Título
: Dredd

Año: 2012

Duración: 95 min.

País: Reino Unido

Director: Pete Travis

Guión: Alex Garland

Fotografía: Anthony Dod Mantle

Música: Paul Leonard-Morgan

Reparto: Karl Urban, Olivia Thirlby, Lena Headey, Domhnall Gleeson

Género: Ciencia ficción. Acción. Cómic

Sinopsis: En un futuro cercano, EE.UU. se ha convertido en un páramo asolado por la radiactividad. Una megalópolis llamada Mega City 1, con más de 800 millones de habitantes, se extiende por toda la costa oeste y los agentes de la ley encargados de mantener el orden son llamados jueces. Entre ellos destaca uno de nombre Dredd, una leyenda de la justicia. Cuando el clan de la sanguinaria Ma-Ma desata el caos en uno de los sectores de Mega City 1, el juez Dredd tendrá que aplicar la ley con la ayuda de su novata ayudante, una prometedora agente con grandes habilidades psíquicas.

Del 15/04/16 al 17/04/16


HACE 10 AÑOS...


Una de las grandes adaptaciones de una novela gráfica al celuloide es, sin lugar a dudas, V de Vendetta. El mérito viene en gran parte dado a su descarnado retrato del futuro cercano, donde Gran Bretaña se encuentra bajo el yugo de un tirano interpretado por John Hurt -el mismo que dio a luz al primer xenomorfo en Alien-. Ambientada en Londres, donde un justiciero enmascarado apodado V lucha para restablecer las libertades del pueblo armado de sus cuchillos y sus conocimientos en las artes marciales. Durante una de sus habituales cruzadas, V salva a una mujer de las garras de unos canallas y la acoge en su guarida para mostrarle sus códigos éticos. Acreditada al director James McTeigue aunque los rumores aseguran que los hermanos Wachowski fueron los verdaderos artífices de esta notable producción de la Warner. Si no la habéis visto aún, ¿a qué estáis esperando?


HACE 20 AÑOS...


De antemano, he de admitir que aún no he visto Mallrats, la película de culto noventera del excéntrico realizador Kevin Smith aunque planeo hacerlo. En Estados Unidos sería sacrilegio no haberla visto, ya que los jóvenes adolescentes de los 90 fueron fuertemente influenciados por este filme que narra las peripecias de Brodie y T.S. los cuales, tras haber sido dejados por sus novias, deciden ir a un centro comercial para olvidar el mal trago. Una vez allí, intentan reconquistarlas y de paso sabotear el concurso que prepara el padre de una de las chicas. Una secuela espiritual de Clerks. El humor de Kevin Smith y su habilidad para retratar la juventud norteamericana guarda rasgos distintivos de John Hughes en Todo en un día o El club de los cinco y de los primeros años de Richard Linklater.



Por último aunque no por ello menos importante, tenemos Tesis de Alejandro Amenábar que, en sus primeros años como director, realizó este thriller universitario sobre una alumna que, preparando su tesis sobre la violencia audiovisual, se ve envuelta en la investigación del perturbador asesinato de su director de tesis y para ello contará con la ayuda de dos compañeros; uno experto en cine gore y otro amigo íntimo de una joven asesinada en una snuff movie. Recomendable para aquellos obcecados con que el cine español ya no es de calidad y para los aficionados del cine dentro del cine y, por supuesto, deseosos de una buena dosis de intriga y de tensión.
Better Call Saul, Juego de tronos, Daredevil, The Knick, Vinyl, The Walking Dead,11/22/63 y la lista continúa. Pero, ¿qué tienen todas estas fantásticas series en común? Pues que todas ellas se emiten actualmente en televisión. Productoras como AMC, HBO, Netflix, Hulu lo hacen posible, dejando en evidencia a los grandes estudios de cine cuya incapacidad para encontrar y desarrollar talento entre sus muros, ha provocado un decaimiento de la industria. Sí, como la habéis oído, la industria de Hollywood no pasa precisamente por su momento más brillante y no es por falta de jóvenes visionarios dispuestos a comerse el mundo sino más bien por falta de coraje de los directivos. Ese coraje fue el que apostó en su época por directores como Coppola, Scorsese o George Lucas, creó obras referentes como Taxi Driver, El padrino o Serpico, a la vez que revolucionaba el cine comercial con sagas imperecederas tales como Star Wars o Indiana Jones. A veces creo que se olvidan de que para ganar hay que arriesgar e igual está en nuestra naturaleza humana pero la triste realidad es que las grandes productoras parecen haberse acomodado tanto en sus tronos, que ya tan sólo temen perderlos, dejando así de pensar en cómo satisfacer las exigencias de su público. 

El nivel presupuestario intermedio está en peligro de extinción, ya casi no vemos películas entorno a los 20-40 millones de dólares, porque hoy en día o produces algo que garantice culos en las butacas o te sacas tú mismo el dinero (vía Crowfunding o Kickstarter) y rezas para que todo salga bien. Y ahí es donde aparecen las “pequeñas” productoras de televisión que, viendo una oportunidad de negocio, han apostado a “doble o nada” y han ganado. Y continúan haciéndolo desde que series como Los Soprano o The Wire les abrieran los ojos a un sinfín de posibilidades. Tú pide y ellos proveen; ¿quieres terror? American Horror Story es lo tuyo ¿quizá eres más de mafia? Boardwalk Empire o  Peaky Blinders es tu religión. Poco importa lo exquisito que seas o cuán raro te creas, deja volar tu imaginación y te aseguro que encontrarás lo que buscas. Pero echemos un vistazo al cine, porque no sería justo olvidarse de grandes películas como Driver, Origen, Babadook, Del revés, Ex Machina o The Witch, estrenadas recientemente. El problema es que por cada Driver, Origen o Ex Machina tenemos tres Transporters, cuatro Transformers o una buena dosis de películas de ciencia ficción adolescente y del cine de terror mejor ni hablar. Y me parece genial si os gustó Transporter Legacy o Divergente, solo digo que por culpa de esta sobreexplotación, una buena parte del público está empezando a ver series en casa, saliendo ocasionalmente para ver películas-evento como Batman v Superman o Star Wars, yendo en detrimento del cine independiente. Por estas razones y porque cada vez vemos más actores y realizadores sumarse al mundo televisivo, me surge la siguiente duda: ¿está la televisión ganándole la partida a la gran pantalla? ¿Se ha venido abajo La Meca del cine?

Mi respuesta es sí, aunque no tajante. Y es que con temas tan delicados como este, pocas veces la respuesta es tan simple y meridiana como un sí o un no. La respuesta se esconde detrás de detalles que se nos escapan y como no quiero hablar sin conocimiento de causa, me voy a remitir a constatar los hechos. Aquí debajo os dejo una tabla donde figura la evolución del Top 10 del Box Office norteamericano de 1981 hasta 2011, pasando por 1991 y 2001 respectivamente. Me baso en el Box Office porque, al fin y al cabo, el cine es un negocio: ¡sorpresa, a ninguna productora puede soportar pérdidas recurrentes! Dicho esto, observamos como en 1981, siete son obras originales -subrayadas en azul- y tan solo dos fueron secuelas. Paulatinamente, la situación fue revirtiéndose hasta llegar a 2011, donde ocho del Top 10 son secuelas -marcadas en rosa-. Para ver una obra original en la lista hay que remontarse hasta el décimo cuarto puesto y eso es alarmante. 



Lo que intento decir con esto es que, indistintamente de lo que opines, los hechos demuestran que el cine independiente no está teniendo el éxito que debería y sin éxito, los directivos no van a arriesgarse a promocionarlo. Creo que esta situación mejorará, que solo es un bache y que la industria terminará por amoldarse a esta nueva era pero no va a ser un proceso automático y si queremos preservarlo, tenemos que empezar nosotros mismos. Id al cine a ver aquellas obras que de lo contrario no veríais, investigad y leed críticas, observad trailers y formaos una opinión para que no puedan engañar a nadie con películas de baratillo recicladas una y otra vez. Estaría siendo un hipócrita si os dijera que no fuerais a ver las grandes superproducciones como Star Wars, tan solo pretendo que no nos dejemos guiar por la moda de turno y que, si nuestro bolsillo nos lo permite, gastémoslo en algo que nos sorprenda, algo que no hayamos visto antes en una sala de cine. Este mismo año salen muchas y muy buenas películas independientes y es nuestro deber como cinéfilos apoyarlas en la medida de lo posible. No obstante aunque algunos estéis de acuerdo conmigo, habrá otros que piensen distinto y para eso agradecería que compartierais vuestro punto de vista abajo, en la sección de comentarios. Y recordad, si os ha gustado el tema abordado, no olvidéis compartirlo con otros amigos amantes del cine. Saludos!

A continuación os dejo una lista de películas indie a tener en cuenta este año 2016:

Midnight Special 
The Witch
Miles Ahead
Born to be blue 
Free Fire
The Neon Demon 
The Circle
The Nice Guys
Everybody Wants Some!! 
The Story of your life 
La La Land
The Snowman 
High Rise 
Elvis & Nixon 
The Birth of a Nation 
Swiss Army Man
Christine
Southside with You
Equity
The Invitation
Ficha técnica

Título
: The Proposition

Año: 2005

Duración: 105 min.

País: Australia

Director: John Hillcoat

Guión: Nick Cave

Fotografía: Benoît Delhomme

Música: Nick Cave, Warren Ellis

Reparto: Guy Pearce, Ray Winstone, Danny Huston, John Hurt.

Género: Western.

Sinopsis: Australia, finales del siglo XIX. La policía de un remoto lugar, comandada por el capitán Stanley (Winstone), acaba con toda la banda de Charlie Burns (Pearce) a excepción de él y de su hermano menor, Arthur (Huston). Stanley, no obstante, le hace una proposición a Charlie: ambos son liberados bajo la condición de que él mate a su hermano pequeño, un salvaje psicópata que tiene aterrorizada a media Australia.
Valoración (de mejor a peor): Gran compra, recomendable, en rebajas y ¡no, gracias!

Nota: aquellas que no tengan valoración, se debe a que no las he visto.


13 de abril


  • Conexión Marsella.1975. Pierre Michel es un joven magistrado que acaba de ser trasladado a Marsella para colaborar en la lucha contra el crimen organizado. Se trata de desactivar la French Connection, una operación de la mafia que exporta heroína a todo el mundo. 




  • Oda a mi padre. Cuando la guerra de Corea da comienzo, un niño acaba separándose de su padre, pero cuando se están despidiendo él promete cuidar de su familia. Los años pasan, él va experimentando nuevos acontecimientos en su vida pero la promesa que le hizo a su padre sigue en pie.





  • Techo y comida. Cuenta la historia de Rocío, una joven madre soltera que se busca la vida día a día para garantizarle una educación y un sustento a su hijo de 8 años, Adrián, del que teme perder la tutela. La vida de ambos se tambaleará cuando les llegue la orden de desahucio del piso en alquiler donde viven.




  • Carneros. En una granja de un valle islandés remoto, dos hermanos solteros que no han tenido contacto en 40 años se ven obligados a unirse para salvar su bien más preciado: sus rebaños de ovejas. Por un lado se encuentra Kiddi, un hombre rudo, alcohólico y armado; por otro, Gummi, algo más tranquilo y sobrio.




20 de abril


  • Bone Tomahawk. A la localidad de Bright Hope llega un forastero que rápidamente despierta las sospechas del sheriff, que termina por arrestarlo tras una disputa. Una mujer decide cuidar del preso, pero una noche ambos desaparecen. Siguiendo la única pista que tiene, una flecha de una tribu caníbal, el sheriff buscará a la joven con la ayuda de algunos hombres, entre ellos un vaquero y un anciano. RECOMENDABLE




  • La adopción. Cuenta el viaje que realiza una pareja a un país de Europa del Este en el momento en el que deciden adoptar un niño. Las cosas no van a ser como esperaban y pronto se van a ver en un entorno hostil donde reina la corrupción, y donde se trafica con el futuro de los niños y la esperanza de los padres.




  • Reencontrando el amor. El descubrimiento de un hueso y una pistola, envía a una pareja por distintas aventuras en el transcurso de un fin de semana.





Chesney Henry Baker Jr., más conocido como Chet Baker, nació el 23 de diciembre de 1929 en Yale y más tarde sería recordado por toda la comunidad musical como trompetista, cantante y músico de jazz, máximo exponente del resurgir del cool en los cincuenta. Una vida llena de excesos con las drogas -especialmente con la heroína- lo hizo ingresar en la cárcel en numerosas ocasiones y torpedeó su prometedora carrera profesional. Una trayectoria que le brindó la oportunidad de trabajar con grandes tales como Charlie Parker o Stan Getz a una corta edad. Fuertemente influenciado por el estilo de Miles Davis, Baker tuvo no obstante una larga carrera llena de inolvidables álbumes, comprendidos desde 1952 hasta 1988. Pese a disfrutar de un período de desintoxicación en los años 70, gracias en parte a la inestimable ayuda de su inseparable amigo y músico Dizzy Gillespie, su adicción a la heroína terminó por consumirle en la difunta noche del 13 de mayo de 1988, tras precipitarse por la ventana de un hotel en Amsterdam. 
Como motivo del estreno este año de Born to be blue, donde Ethan Hawke interpreta a esta leyenda del jazz, me pareció un momento oportuno para publicar cuatro de mis canciones preferidas del artista. Espero que las disfrutéis tanto como yo, saludos. 

R.I.P.









Ficha técnica

Título: Gwoemul

Año: 2006

Duración: 110 min.

País: Corea del sur

Director: Bong Joon-ho

Guión: Bong Joon-ho

Fotografía: Hyung-ku Kim

Música: Byung-woo Lee

Reparto: Song Kang-ho, Park Hae-il, Doona Bae

Género: Thriller. Ciencia ficción. Montruos.

Sinopsis: Una monstruosa criatura mutante está sembrando el terror entre los habitantes de la capital de Corea del sur, Seúl, a los cuales devora en cuanto se cruzan en su camino. Ante la incompetencia del ejército, un padre de familia intentará por todos los medios recuperar a su hija, raptada por la cosa.

Tras el éxito que supuso Memories of Murder, el realizador Bong Joon-ho cambia completamente de registro, adentrándose en una historia protagonizada por una serie de personajes a cada cual más atípico y una criatura con tintes lovecraftianos. Extraña y sensacional joya del género de terror.
Corría el año 1996 cuando un talentoso y atrevido realizador británico llamado Danny Boyle sorprendió a medio mundo y enamoró al otro tanto con su asombrosa película: Trainspotting. Basada en la novela homónima de Irvine Welsh, catalogada como una de las obras capitales de la literatura moderna, Boyle nos presentó al heroinómano Mark Renton (Ewan McGregor) y su pandilla de peculiares amigos Spud, Tommy, Sick Boy y Francis “el psicópata” Begbie. Desde entonces, tanto ellos como sus vivencias quedaron marcadas a fuego en nuestras retinas. Aquellos que hayan tenido el placer de verla sabrán de lo que estoy hablando, pero si estás leyendo estas líneas y aún no la viste; deja de hacer lo que estés haciendo, busca una copia de la cinta, vuelve a casa, ponla en el reproductor, siéntate y prepárate para una experiencia cinematográfica inolvidable. 20 años después de su estreno, Danny Boyle, Ewan McGregor, Robert Carlyle y compañía regresarán con la esperada secuela de Trainspotting que entrará próximamente en producción, concretamente en mayo, cuando comenzará a rodarse la filmación principal. Poco se conoce aún de la historia que narrará, lo que sí sabemos es que estará libremente inspirada en la novela de Irvine Welsh Porno, publicada en 2002, que sirvió de secuela al original Trainspotting. Subrayo libremente porque al parecer el libro no alcanza la excelencia de su predecesor -no lo sé por experiencia propia, ya que no lo he leído-, con lo que la adaptación imagino tendrá poco o nada que ver con el libro. Danny Boyle comentó en su día que llevaba tiempo con la idea de hacer esta secuela en mente pero, al desear que el reparto original regresará a sus respectivos personajes, se vio obligado a esperar a que el paso de los años envejeciera a los actores lo suficiente como para que fuera creíble en la pantalla. Si todo marcha bien, la película debería ver la luz en algún momento de 2017 y según las palabras dichas por el propio McGregor, el guión es “muy, muy, muy bueno”.


Y a vosotros, ¿qué os parece este anuncio? ¿Tenéis ganas de regresar al mundo creado en aquella indeleble película? Incluso si la banda sonora elegida para esta secuela es la mitad de buena que la escuchada en la original, personalmente ya merecerá la pena verla. Si le añadimos un guión prometedor y el regreso de la mayor parte del reparto y del director, entonces podéis contar conmigo a bordo de este barco.


Del 1/04/16 al 3/04/16


HACE 10 AÑOS...



En tierra de hombres, drama dirigido por Niki Caro (Whale Rider) y protagonizado por la recién oscarizada Charlize Theron cuya interpretación en esta reivindicativa cinta le valió su segunda nominación. Y digo reivindicativa porque North Country -su título original- muestra una faceta de la sociedad norteamericana pocas veces vista: la de las minas de hierro del norte. La historia da comienzo cuando Josey Aimes (Charlize Theron) pierde su trabajo y decide mudarse a su pueblo natal, para trabajar en la minas de hierro, en busca de fortuna. Pero su camino no será fácil de recorrer por las constantes humillaciones y menosprecios que recibe en su nuevo trabajo. Tras Monster, la actriz sudafricana continuaba sorprendiendo al público con papeles dramáticos. Por desgracia, la película no termina de plantearnos una historia bien definida, anclándose en la mera protesta e intentando arrancar nuestras lágrimas a golpe de melodrama.