Ficha técnica

Título original
: Plácido

Año: 1961

Duración: 85 min.

País: España

Director: Luís García Berlanga

Guión: Rafael Azcona, Luís García Berlanga

Fotografía: Francisco Sempere

Música: Miguel Asins Arbó

Género: Sátira. Navidad

Reparto: Cassen, José Luís López Vázquez, Elvira Quintillá, Julia Caba Alba.

Sinopsis: Dentro de la sociedad burguesa de un pequeño pueblo español llegan a la ocurrencia de crear una campaña navideña para acoger a un necesitado en sus casas el día de Nochebuena. A la iniciativa la llaman: "Siente a un pobre a su mesa". Mientras tanto a Plácido, un humilde y honrado padre de familia, lo contratan para participar con su nuevo motocarro -su único medio de vida- en la cabalgata. Sin embargo, Plácido no logra centrarse ya que, el mismo día de la cabalgata, vence la primera letra de su vehículo.

Comentario: Plácido es una de tantas obras maestras que nos dejó como legado Luis García Berlanga, uno de los mejores directores de la historia de nuestro cine. Si por mi fuera las recomendaría todas para estas fechas navideñas por lo analítico de su cine. Y es que el arma crítica de Berlanga era el plano cinematográfico y los diálogos la pólvora que lo alimentaba. El objetivo: los pilares sociales, políticos, culturales y religiosos de la sociedad española tradicional. Con acidez e ironía, las lecciones del maestro valenciano se sucedían en cada película. Tenía para todos aunque no castigaba a ninguno; su precisa mirada se posaba en los hechos irrefutables, nunca en una realidad distorsionada.

Extensión natural del neorrealismo italiano de los 50, Berlanga desarrolló su propio estilo marcado por interminables planos secuencia y escenarios tan abarrotados y caóticos como llenos de vida y dinamismo. Plácido es uno de sus filmes más distinguidos y una obra de imprescindible visionado.

Más recomendaciones siguiendo este enlace: 
http://universolumiere.blogspot.com.es/search/label/Cine%20en%20casa

Fuente (Imágenes): http://www.imdb.com/title/tt0266308/
A estas alturas, los más veteranos del blog habréis deducido que siento debilidad por Blade Runner y que Rick Deckard es uno de mis personajes favoritos, no sólo de la ciencia-ficción sino del cine en general. Aquel personaje, encarnado magníficamente por Harrison Ford, peleaba contra replicantes en las sucias calles de un Los Angeles futurista y de ambiente cargado, a la vez que hacia frente a sus propias preguntas existenciales: ¿qué distingue a un replicante de un ser humano? ¿puede este desarrollar recuerdos y sentimientos propios? Y la pregunta del millón: ¿Deckard mismo es uno de ellos? La cinta original no respondió claramente a esta gran pregunta y parece que la secuela tampoco abordará el tema -aplaudo la decisión-.


Hablando de secuelas, nadie se esperaba que la obra magna de Ridley Scott pudiera ser sujeto de continuación. Quiero decir; la historia ofrecía un principio, desarrollo y desenlace ampliamente satisfactorio. Sin embargo, más de treinta años después y salido de la nada, se anunciaba Blade Runner 2049 y nos dejaba claro que se desarrollaría treinta años después de los eventos acontecidos en el título original. A su vez, nos dieron a conocer gran parte del equipo encargado de llevar esta secuela al éxito: Denis Villeneuve se encargaría de la dirección, Roger Deakins de la fotografía, el guionista Hampton Fincher y Harrison Ford regresarían y Ryan Gosling sería el nuevo protagonista. Sin embargo, a casi un año del estreno de la película, a todos nos llegó por sorpresa el lanzamiento del primer teaser trailer. Desde luego este fue uno de los pocos teasers que me han dado algún sentido sobre la estética y la historia del filme, aunque si tuviera que quedarme con algo sería con la fotografía de Deakins -espero que este trabajo le dé el Oscar-. Esas calles humeantes, la lluvia cayendo sin cesar, esos interiores simétricamente encuadrados y ese desierto post-apocalíptico, sacado directamente de Mad Max, hacen las delicias de cualquier fanático a la fotografía. Además, escuchamos el primer diálogo de muchos -¡espero!- entre Deckard y K -el nombre del personaje de Gosling-, cuando estos se encuentran en lo que parece ser la antigua comisaría. Su intercambio es corto y punzante; primero, Deckard le deja claro que sigue siendo el más listo de la clase y Gosling le contesta que las cosas eran más sencillas antaño. Nos despedimos con un estupendo plano secuencia, reminiscente del título original y una fecha de estreno: 6 de octubre en las salas norteamericanas.


Ahora quisiera saber vuestra opinión, no sólo sobre este trailer sino también sobre el clásico de 1982. Dejadme cualquier nota aquí debajo en la sección de comentarios. Hasta la próxima, pasadlo bien, disfrutad del cine y ¡cuidaos de los replicantes (o quizá debería decir de nuestro gobernantes)!
Arrival es la última obra del realizador canadiense Denis Villeneuve y marca su primera incursión en el género de la ciencia ficción. Basada en la novela de Ted Chiang, la historia gira entorno a la repentina aparición de numerosas naves alienigenas con forma totémica en diferentes puntos del globo terráqueo. De esta forma, cada nación afectada encarará este reto de una forma completamente distinta. Japón, China, Rusia y EE.UU. son algunas de las superpotencias mundiales que lideran este primer contacto con las entes extraterrestres. Entre el equipo de analistas americanos se encuentran la lingüista Louise Banks (Amy Adams) y el doctor en física Ian Donnelly (Jeremy Renner), ambos supervisados por el Coronel Weber (Forest Whitaker).

Comienzo este análisis hablando del apartado clave del éxito o fracaso de este filme: el guión. El filme se centra en el personaje de Amy Adams, Louise Banks, y cómo convive con el peso de una experiencia traumática en su vida. El guionista Eric Heisserer, cuyos trabajos previos se reducían casi exclusivamente al género de terror, narra con efectividad y fuerza este drama. Sin embargo, con toda su grandiosidad y magnificencia, Arrival bien podría resumirse en Amy Adams. Sin ella y ya no digamos sin su personaje, la cinta se queda alarmantemente desnuda. Cierto que no tengo derecho a echarle la culpa por pretender narrar una historia contenida, íntima y personal, pero creo que eso no debería ir en detrimento de los personajes secundarios. Si bien el arco narrativo de la lingüista Banks es sublime y está cargado de sentimientos, eché en falta un contexto más poderoso, un entorno más fértil para contagiarnos el drama. En mi opinión eso se debe a la falta de empatía de muchos de sus personajes y a los estereotipos que el guionista establece. Tanto el coronel Weber como el agente del gobierno Halpern ejercen de freno al sentimiento. Es como si Villeneuve tuviera un ángel y un demonio en cada hombro; el primero le aconseja que se deje llevar por los sentimientos, mientras que el segundo le advierte del peligro de alejarse del raciocinio. Creo que su estilo, calculador y preciso, entró en conflicto con el lado más exagerado del tercio final, lo que terminó por afectar a la identidad de la obra en sí. Aunque su visión es clara -poco efectismo y mucho trasfondo-, la frialdad de sus imágenes no cuadran con la emotividad de su mensaje. No obstante, el vínculo entre esta madre y su hija es tan poderoso que compensa con creces cualquier duda surgida en la dirección. Consigue que te revuelvas en el asiento con cara de estupefacción tan pronto como aparecen los créditos finales. Es lo más metafísico que Villeneuve ha producido y te hará reflexionar mucho después del final del filme. 


 Sin embargo, no puedo disociar el rotundo éxito de Arrival de la magnífica interpretación -valedora de Oscar- de Amy Adams. Emotiva cuando lo tiene que ser y contenida cuando la ocasión lo merece, Adams hace gala de un repertorio soberbio a la hora de insuflar vida a su personaje. Pocas actrices consiguen tal nivel de magnetismo, vulnerabilidad y honestidad en pantalla. Enseguida se adueña de la función y todos los demás quedan terriblemente ensombrecidos (incluso los alienigenas). Ahora bien, con todo lo bien que lo hace, creo que el equipo de dirección olvidó balancear la historia. Me explico: el personaje de Jeremy Renner también juega un papel crucial en el devenir de los acontecimientos pero pasa completamente desapercibido. No tiene nada que hacer porque nadie está al nivel del personaje de Adams. Aislarla del resto del grupo y colocarla tan por encima de las demás es una elección un tanto arriesgada, teniendo en cuenta el alto componente humano de la cinta. Al fin y al cabo, ésta es la historia de su vida y todos, sin excepción, necesitamos de los demás para poder construir la nuestra propia.  Tal vez deberían haber humanizado más su personaje, para que el público desarrollara más empatía hacia ella y por ende, nos hubiera sobrecogido más su desenlace.

Por último, quiero hablar de la fotografía de Bradford Young, a quien llevo siguiendo de cerca desde Selma, donde ya demostró su destreza con la cámara. Para aquellos que no lo sepan, también se encargó de la fotografía de El año más violento y El caso Fischer. Si bien no son grandes películas, si por algo destacan es por lo visual. La mejor noticia para él fue juntarse con alguien como Villeneuve, con el cual comparte su mismo gusto estético. Cada escena está cuidadosamente filmada. En ningún momento se siente desconexión alguna entre la acción y la posición de la cámara y maneja las emociones de la protagonista a la perfección. Los “tilts” (movimiento vertical de la cámara) son numerosos, sobretodo hacia abajo y llamaron particularmente mi atención por ser un recurso generalmente poco utilizado. Además, los efectos especiales y sonoros cumplen notablemente sobretodo los relacionados con el fenómeno extraterrestre. La banda sonora la lleva Jóhann Jóhannsson, asiduo colaborador del realizador canadiense. Como ya hiciera recientemente en Sicario o incluso en Prisioneros, Jóhannsson consigue transmitir tensión y urgencia en sus notas. Para los momentos más emotivos de la cinta, el compositor recicla el tema On the nature of Daylight de Max Richter, que ya pudimos oír hace unos años en Shutter Island.


En definitiva, Arrival entra dentro de esa preciada categoría que es la ciencia ficción intelectual, junto a otras como; Encuentros en la Tercera Fase, Contact o Abyss. En mi opinión se encuentra un escalón por encima de éstas, aunque algunos por debajo de clásicos del género como 2001: Una odisea en el espacio o Solaris. Siento como si me hubiera perdido alguna pieza del rompecabezas, como si en algún momento mi camino se separase del de la narración, pero espero que un segundo visionado me aporte más respuestas. No obstante, ahora mismo no puedo reconocer la magnificencia de esta obra porque no me ha conmovido como esperaba. Veo ciertas similitudes con Interstellar, si ésta última fuese más consciente de sí misma. Parecido al filme de Nolan, Arrival no deja de ser la historia de un individuo -ya sea McConaughey o Adams- que, fascinado por lo desconocido termina enfrentándose a sus propios demonios. La diferencia llega en la ejecución, que hará las delicias de algunos y frustrará a muchos otros. Quiero terminar dejando claro que ésta no es una película de extraterrestres, sino un profundo drama sobre nuestro tiempo en La Tierra y cómo decidimos emplearlo.


8/10: TODA DESPEDIDA TIENE UNA LLEGADA

Fuente (Imágenes): http://www.filmaffinity.com/es/film420650.html
Antes de comentar nada sobre el primer trailer de Dunkerque, la nueva película bélica de Christopher Nolan, si aún no lo habéis visto -o no queréis saber nada sobre los hechos que narra- os sugiero que dejéis de leer inmediatamente. Ultimo aviso. ¿Qué os ha parecido? Personalmente, me ha encantado. Por fin una producción bélica, de gran presupuesto y talento internacional, se pone al servicio de una historia anterior a la intervención de los EE.UU. en la II Guerra Mundial. ¡Y que manera más heroica de hacerlo, que narrando la historia sobre el milagro de Dunkerque! Un evento que se ganó este apelativo por derecho propio; como resultado del fracaso de la ofensiva aliada encabezada por el general Gamelin, cuyo "Plan D" para entrar en Bélgica supuso un estrépito histórico, casi medio millón de soldados fueron acorralados por el ejército alemán, quedando a merced del comando nazi. Una auténtica catástrofe que Churchill no dudó en calificar como un "desastre militar colosal" y desencadenó, poco más tarde, en la llamada Operación Dinamo: una misión de rescate y evacuación de las tropas anglo-francesas y belgas cuyo balance se saldó, para sorpresa de todos, con más de 300'000 unidades evacuadas, en apenas seis días. Es la definición misma de milagro. Una historia que tenía todas las posibilidades de terminar en catástrofe y pudo suponer un cambio trascendental en el devenir de la guerra pero que, gracias a los esfuerzos y la perseverancia de todos aquellos involucrados, concluyó en final feliz. Pocos episodios en nuestra historia pueden acercársele.


Tras esta breve presentación, entremos de lleno en lo que nos ofrece este trailer. Primero, nos introducen de una manera concisa e impactante al terror que nos depara; ese panfleto que les recuerda que están rodeados. Aterradora guerra psicológica. Después, comienzan a mostrarnos uno a uno a los posibles protagonistas de la cinta: Kenneth Branagh, Cillian Murphy y Tom Hardy. Lo primero que salta a la vista es que ésta no es la historia de un hombre o de un regimiento -como, por ejemplo, Salvar al Soldado Ryan- sino de todo un ejército de hombres, vulnerables a cualquier ataque aéreo. "¿Para qué desperdiciar tanques si pueden atacarnos desde el aire?"- anuncia Brannagh con resignación. Mientras, los más desesperados -o quizá los más conscientes de la situación- parecen lanzarse al oleaje. Ser capturado por los alemanes sería mucho peor. El bombardeo comienza, las bajas se suceden y los estruendos resuenan en las mentes de los despavoridos soldados, aplastados cual hormiga. Vemos a Cillian Murphy siendo rescatado por el reciente ganador del Oscar Mark Rylance y una sencilla frase le cerciora que la rendición no es una opción. Más tarde, la RAF hace acto de presencia y un rápido fotograma de Tom Hardy en la cabina del piloto anuncia el rol de su personaje. Para poner punto final a una magnífica carta de presentación, Brannagh susurra de forma melancólica como, a lo lejos, se puede avistar su hogar al que temen no volver jamás.

Sin duda una de las películas más anticipadas por el público, Dunkerque tendrá su estreno mundial en junio. Sólo puedo decir que este trailer no hace más que reafirmar mis sensaciones y, si algún incrédulo dudaba sobre la calidad del nuevo proyecto del realizador británico, le sugiero que vea el trailer, porque le aseguro que conseguirá cambiar su opinión. Sin más, os invito a dejar vuestras impresiones en la sección de comentarios. Hasta la próxima, pasadlo bien y disfrutad del cine. Saludos!



Del 16/12/2016 al 18/12/2016


HACE 10 AÑOS...


Yasujiro Ozu, el maestro del costumbrismo japonés, creó en 1942 esta obra dedicada al público nipón que no llegaría a las salas españolas hasta tan tarde como 2006. Sinceramente, tengo algunas lagunas en la historia del cine, siendo la filmografía de este realizador una de ellas. No obstante, uno no puede dejar de oír mencionar los nombres de los grandes artistas y Ozu es, por derecho propio, uno de ellos. Quizá no tiene el reconocimiento mundial de Akira Kurosawa o Hayao Miyazaki, por dar dos ejemplos, pero sin duda está a la altura de ellos. Cine pausado, con historias simples aunque llenas de corazón y un regalo para la vista. Su trilogía de Noriko -compuesta por Primavera tardía (1949), El comienzo del verano (1951) y Otoño Tardío (1960)-, protagonizada por su musa Setsuko Hara, es uno de sus grandes legados al cine. 

La obra que nos concierne, titulada Había un padre, nos ubica en una ciudad sencilla donde un profesor viudo lleva una vida modesta, junto a su único hijo. Tras el desencadenante del trágico fallecimiento de un alumno, él asume la responsabilidad y dimite de su cargo. Es entonces cuando decide abandonar la ciudad y trasladarse a su localidad natal. Durante el recorrido, padre e hijo establecen una relación dividida entre el afecto y el alejamiento. Años después de lo transcurrido, el padre trabaja en Tokio y el hijo es maestro. Cuando se reencuentran, el hijo tiene una noticia muy importante que contarle: se va a la guerra.

Más información sobre la película siguiendo este enlace: http://www.imdb.com/title/tt0034591/


Hace unos días leí una noticia titulada: “las reacciones al teaser trailer de Alien: Covenant”. Tras leer la noticia y atender a las reacciones publicadas por los afortunados que tuvieron la oportunidad de verlo, sentí un impulso irrefrenable a escribir este artículo. No os voy a engañar, jamás habría caído en la cuenta si no fuera porque la noticia trataba sobre una de las películas más esperadas por mi del próximo año 2017 -y creo que también lo será para muchos de vosotros-.


Como os decía, poco después del lanzamiento del primer afiche (que podéis ver a la derecha) y a menos de medio año de su estreno, el equipo publicitario de la película permitía a un selecto grupo de personalidades echar un vistazo a 15 minutos de metraje, junto al primer teaser trailer de la cinta. Lo primero que me chirría de todo esto es la forma de anunciar al público que una nueva entrega de la saga Alien, dirigida por su creador, está cerca de estrenarse. Lo siento pero por muy interesante y espectacular que un afiche pueda llegar a ser, no deja de ser una imagen. Una gran primera imagen que sabe a poco. Casi como un aperitivo. Pero, ¿qué diríais si, en cuanto llega el entrante a vuestra mesa, alguien viene y se lo lleva? Pues eso es lo que acaban de hacer desde marketing. El tren del "hype" también forma parte de la experiencia de la película -si no preguntadle a los fans de Deadpool- y, de ninguna manera, debería de dividirse el tren en clases.

No tengo problema con la información selectiva ya que, al fin y al cabo, siempre habrá gente que conozca más que el resto. Esta es una práctica muy habitual en Hollywood; Disney y Marvel lo hicieron no hace mucho con Civil War, cuando mostraron un vídeo con metraje exclusivo en una Comic Con. Y si lo pensáis bien, tiene su lógica, ya que esa gente pagó por entrar a esos pabellones y esperan, a cambio, que le compensen el precio de la entrada. Un simple juego de la oferta y la demanda. Lo que me parece pasarse de la raya es hacer promoción y levantar “hype” alrededor de un teaser para el trailer de una película. Absolutamente intolerable y una falta de respeto hacia el espectador, en mi opinión. Partiendo de la base de que un teaser (tentación en inglés) para un trailer ya es un despropósito -puesto que el objetivo de un trailer es tentarnos a ver la película-, este juego para tontos me recuerda a una matrioska; cada nuevo nivel de absurdidad te lleva al siguiente y así hasta que te cansas o te vuelves tan tonto como el promotor. Esta trampa mortal para tratar de mantenernos en ascuas el mayor tiempo posible, resulta en quejas de la productora cuando se filtra material: ¿¡qué esperabais!? ¿¡Vais mostrando escenas enteras a multitudes y esperáis que nadie, ni siquiera uno, pretenda sacar beneficio propio filtrándolas!? Es como ver un camino lleno de advertencias y hacer caso omiso de ellas. No defiendo la piratería, ni muchísimo menos, sólo digo que las acciones que tomamos traen consecuencias y debemos hacernos responsables de ellas, nos gusten o no. Ahora más que nunca, cuando cualquiera tiene acceso a una cámara de fotos de alta definición en el móvil, las productoras deberían ser más cautelosas con la promoción de sus grandes títulos y evitar que se les vaya de las manos. Por eso me irrita que jueguen con nosotros de esta manera. Porque todos merecemos ver, al mismo tiempo y sin ningún tipo de privilegios, los trailers. Ya basta de estar fijándose más en el twitter de tal o cuál persona que del material en sí. ¿Queréis repartir privilegios a algunos, para que éstos puedan difundir la palabra? De acuerdo, pero con un metraje cuidadosamente seleccionado para la ocasión. No con un trailer. Cuando vamos a un restaurante y encargamos un menú, esperamos que nos lo den, no que nos tienten constantemente con él.

Lo cierto es que a más de cinco meses del estreno, aún no era necesario comenzar a promocionar la película. Más aún cuando Rogue One, el título más importante del año, está a punto de estrenarse en salas. ¿Que por qué lo hacen? Para tenernos enganchados en todo momento. No importa con qué o cómo, sólo importa vender titulares a la prensa sensacionalista. ¡Oh, un tráiler escalofriante! ¡Alien: Covenant es terrorífica! ¡La película más impactante del 2017! Mete más miedo que tener a un xenomorfo en la comunidad de vecinos.


Por supuesto, esta es mi opinión, personal e intransferible, y en ningún caso pretendo que estéis de acuerdo conmigo. Si lo estáis, perfecto. Si no (y si los estás también), estás invitado a dejar tu comentario justo debajo de este artículo, en la sección correspondiente. Saludos!

Ficha técnica

Título original
: Batoru Rowaiaru

Año: 2000

Duración: 120 min.

País: Japón

Director: Kinji Fukasaku

Guión: Kenta Fukasaku

Fotografía: Katsumi Yanagishima

Música: Masamichi Amano

Género: Thriller. Acción. Distopía. Película de culto.

Reparto: Takeshi Kitano, Aki Maeda, Tatsuya Fujiwara.

Sinopsis: A comienzos del nuevo milenio, Japón está sumida en una crisis sin precedentes. Millones de personas desempleadas y lo peor es la violencia en las clases, donde adolescentes rebeldes protagonizan boicots masivos. Como contramedida, el gobierno crea el programa "Battle Royale"; cada año, una clase es escogida al azar para que se enfrente, en una isla abandonada, a un sangriento juego de supervivencia.

Comentario: Película de bajo presupuesto (4.5 millones de dólares), de gran factura y acción a raudales, que le da mil vueltas a la poderosa franquicia de Los juegos del hambre. Una premisa original, cruel y de humor negro, sobre un grupo de estudiantes en "la edad del pavo" que, encerrados en una isla, desahogan sus complejos, inseguridades y disconformidades con sus "queridos" compañeros de aula. ¡Atención empollones, vosotros seréis los primeros en caer! O quizá no. Eso es lo mejor de esta cinta. No sabes como va a reaccionar cada uno; puede que el abusón de clase resulte ser un blandengue y que el gafotas desate su "ira friki" y ponga el lugar patas arriba. La sensación de desconfianza es constante. ¿Te puedes fiar siquiera de tu propia novia o de tu mejor amigo? Os sorprendería todo lo que serían capaz de hacer para mantenerse con vida y proclamarse vencedores del Battle Royale.

Más recomendaciones siguiendo este enlace: 
http://universolumiere.blogspot.com.es/search/label/Cine%20en%20casa

Fuente (Imágenes): http://www.imdb.com/title/tt0266308/
Del 9/12/2016 al 11/12/2016


HACE 10 AÑOS...


Infravalorada película dirigida por el creador de Mad Max, George Miller y consiguió el Oscar a mejor largometraje de animación en 2006. Una comedia para toda la familia a la vieja usanza. Happy Feet nos narra la historia de unos pingüinos en la Antártida. Con el fin de atraer a su pareja, estos pingüinos deben cantar una canción. Sin embargo, uno de ellos no sabe cantar, por lo que empleará sus magníficos movimientos de claqué en su lugar. Recuerda vagamente al espléndido documental El viaje del emperador que curiosamente, también ganó su categoría en los Oscar un año antes. La introducción de George Miller en el género de animación resulta entrañable, graciosa y con moraleja.

Más información sobre Happy Feet siguiendo el enlace: http://www.imdb.com/title/tt0366548/


15 de enero de 2009. Aeropuerto de LaGuardia, Nueva York. El vuelo 1549 de US Airways con destino Charlotte está despegando de la pista. El capitán Chesley Sullenberger, apodado Sully, es el encargado del pilotaje. 40 años de experiencia lo respaldan. Parece otro vuelo comercial más, nada fuera de la rutina. Sin embargo, un accidente inesperado estaba a punto de poner al capitán ante la prueba más desafiante y peligrosa de toda su carrera. Siete años después, Clint Eastwood nos presenta esta obra para recordarnos que hasta el escenario más catastrófico imaginable puede terminar bien, gracias a la decisión de un hombre y al apoyo de una ciudad entera. Sully marca la primera colaboración entre dos titanes del cine moderno; Tom Hanks y Clint Eastwood. Uno en el rol protagonista, el otro en la silla del director. Juntos forman un tándem sublime para contarnos con diligencia y seriedad esta prodigiosa historia real. 

Cuando juntamos aviones con Nueva York, todos nos retrotraemos instantáneamente al fatídico 11-S. Una fecha que se marcó a fuego en la memoria de todos aquellos que ya fuera en directo o por la televisión lo vivimos. Nuestros corazones se helaron al ver aquellas imágenes y el mundo entero sufrió un golpe del que aún se está recuperando. No obstante, quizá porque al Hombre le impacta más lo malo que lo bueno, pocos se acuerdan que años más tarde y en la misma ciudad, un piloto de un vuelo comercial que transportaba 155 almas evitó, milagrosamente, una nueva pesadilla. Clint Eastwood cuenta una historia necesaria para los tiempos que corren. En la industria actual, donde las historias oscuras y deprimentes copan las carteleras, el director y actor californiano elige mostrarnos las acciones constructivas del ser humano. El guión de Todd Komarnicki se basa en el libro escrito por el propio Sullenberger y, si por algo destaca, es precisamente por su fidelidad. Tanto Komarnicki como Eastwood huyen de adornos y dramatizaciones, en favor del realismo y la utilidad del documento del que se sirven, lo cual considero un acierto. Muchas veces la narración se potencia sola, sin falta de añadidos, sobretodo contando una historia verídica como ésta. Las herramientas del director están puestas al servicio del protagonista, nunca al revés. Sin embargo, aunque la historia mantiene el interés, pierde energía a medida que transcurre el metraje. Un comienzo electrizante, con pulso y con atisbos de una crítica mordaz a la prensa sensacionalista actual. Una tormenta de mierda en la que tanto Sully como su copiloto se ven inmersos tras el amerizaje en el río Hudson. Gran primera mitad en la que el espectador evidencia la falta de tacto y sentido común de la burocracia y de los medios de comunicación contemporáneos. Un héroe señalado. 155 vidas salvadas y parece no bastar. Algo falla en nuestra sociedad, indica Clint con certeza. Pero esas promesas iniciales quedaron sepultadas llegado el segundo y tercer acto, en favor de unos aparatosos flashbacks que estorban al potencial del filme. Llegado el final, Clint me había arrancado algún que otro bostezo y mi empacho de simulaciones aéreas y diferentes perspectivas del mismo accidente, rozaba lo insoportable. La única razón por la que no miraba la hora era porque el móvil estaba apagado y no llevo reloj de pulsera. La pregunta es: ¿era necesario dedicar tanto metraje a contar el mismo acontecimiento? No. La mayor parte de la audiencia conocía el desenlace antes de entrar en la sala, con lo cual el reto era ir más allá. Creo que esta obra destacaría más como documental que como película. 


Las actuaciones de Hanks y Eckhart están acordes a la seriedad de la historia a la que sirven pero son los únicos que tienen la oportunidad de brillar. Incluso podría debatirse que Hanks es el único protagonista del filme. Claro que hay una razón por la que el título lleva el apodo de su personaje. No obstante, he de admitir que me hubiera gustado un poco más de variedad. Cierto que la cinta no dura demasiado, con lo cual no sorprende que Eastwood elija centrarse en el protagonista, pero no habría estado de más algún personaje secundario que ayudará a elevar la narrativa. Los diálogos funcionan y la relación entre el piloto y su copiloto es creíble. Lo mismo podría decirse de la relación matrimonial de Sully. Sin embargo, vuelvo a echar en falta algo más de profundidad. La mayoría del tiempo Eastwood aísla al personaje y lo somete a reacciones constantes. Pero nunca vamos más allá. Adentrarse, aunque fuera momentáneamente, en el contexto que rodea a Sully. Su pasado y su presente, sus recuerdos, buenos y malos, y cómo se sobrepuso a ellos. Lo héroes no nacen, se hacen y este caso no es distinto. ¿Qué experiencias dejaron huella en él y definieron su personalidad? 
El último apartado reseñable es la fotografía, a cargo de Tom Stern, colaborador recurrente de Eastwood en filmes como Million Dollar Baby, El francotirador o Gran Torino. Visualmente cumplidora, esta obra se mantiene alineada con las preferencias del director. Lo que más me llamó la atención es la atenuación de los colores de la imagen, apoyando esa sensación fría y nerviosa que acompaña al protagonista en todo momento. Desde luego ayuda a poner al espectador en la piel del capitán Sullenberger y transmite el estado de tensión bajo el que vive.

En conclusión, la mayor cualidad que le encuentro es su destreza como documental. Narra fielmente los hechos que acaecieron aquel 15 de enero de 2009. La descripción de las emociones y trances sufridas tanto por el piloto, copiloto, pasajeros y familiares está muy bien trasladada a la gran pantalla.  Sin embargo, es a la hora de ir más allá y ahondar en la psique del protagonista donde Eastwood decepciona. Al menos a mí me decepcionó. Pienso que gran parte del público aún guarda este incidente en su imaginario y podría haberse omitido tanta repetición, sobretodo llegada la segunda mitad del filme. Si tan sólo hubiera contado más sobre la personalidad del capitán Sullenberger o hubiese desarrollado mejor esa crítica incipiente a los medios de comunicación actuales, la película habría servido un propósito además del de informar. A pesar del potencial del título, Sully se queda a medias y quedará relegada a una posición menor dentro de la filmografía de ambos.



6.2/10: DOCUMENTO FALTO DE SENTIMIENTO

Fuente (Imágenes): http://www.filmaffinity.com/es/filmimages.php?movie_id=650789
Siento comunicar que, debido a una reclamación de Copyright sobre uno de mis artículos, me veo obligado a eliminar cualquier publicación que contenga un trailer. De lo contrario, me enfrento a la más que posible amenaza de perder el blog en su totalidad, algo que voy a evitar a toda costa. Eliminar más de 150 publicaciones, con más de 40 páginas de texto en total me duele sumamente y hace que me replantee muchas cosas sobre blogger en general.

Quiero recordar que este blog, Universo Lumière, no se fundó con fines lucrativos, sino para compartir una pasión. Mi pasión. Nuestra pasión. Por ello, todo lo que publico o comparto lo hago por que me gusta, no porque saque beneficio económico de ello. Llevo casi dos años llevando este blog y no he visto ni un céntimo por ninguno de mis artículos y así seguirá siendo hasta el último día del mismo.

Gracias por vuestra comprensión, espero que comprendáis que no puedo hacer caso omiso de estas advertencias, ya que pondría en peligro el blog entero. Sin más, disfrutad del cine este fin de semana. Saludos!
Ficha técnica

Título original
: Cross of Iron

Año: 1977

Duración: 120 min.

País: R.U

Director: Sam Peckinpah

Guión: Julius J. Epstein (Novela: Willi Heinrich)

Fotografía: John Coquillon

Música: Ernest Gold

Género: Bélico. II Guerra Mundial

Reparto: James Coburn, Maximilian Schell, James Mason.

Sinopsis: Segunda Guerra Mundial. En el frente oriental, un escuadrón de soldados alemanes, capitaneados por un duro oficial, se enfrente a las temibles hordas del ejército ruso. El pelotón germano está liderado por el respetado sargento Steiner (James Coburn), pero también tendrá que hacer frente a las decisiones, ambiciosas y suicidas, del capitán Stransky (Maximilian Schell), un aristócrata prusiano recién llegado al frente en busca de gloria y reconocimiento a cualquier precio.

Comentario: A Orson Welles le pareció la mejor película (anti)bélica desde Sin novedad en el frente (1930). Poco más me queda por decir de la que es, sin duda, una de las obras cúlmen del iconoclasta Peckinpah y la última que guardaba la esencia de su estilo cinematográfico. Fue un verdadero hallazgo colocar a dos de las grandes estrellas de la época (Coburn y Schell) en el bando alemán. Impactante y revelador filme sobre la diferencia de valores: el coraje y la cobardía, el compañerismo y la traición, el heroismo y la codicia. La cruz de hierro es la historia de dos hombres antagonistas. La lucha interior que todos combatimos a lo largo de nuestras vidas.

Más recomendaciones siguiendo este enlace: 
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