Son muchos los rumores que apuntan que un remake del clásico de Alfred Hitchcock, Extraños en un tren, está en marcha. Puede que esta idea os horrorice -sobretodo después del nefasto remake de Psicosis dirigido por Gus van Sant- pero quizá vuestra postura cambie si os dijera que dicho remake estaría comandado por David Fincher (Zodiac, Seven, El club de la lucha) y Ben Affleck, recientes colaboradores en la cinta Perdida. La película original comienza con el encuentro de dos extraños, Guy y Bruno, en un tren. Durante la conversación, Bruno le propone cometer un doble asesinato pero intercambiando las víctimas, asegurándose así que no los detengan. Una vez aceptada la propuesta, el plan comienza: mientras Guy acabaría con la vida del padre de Bruno, Bruno mataría a la mujer de Guy.
Los grandes admiradores de Hitchcock puede que se lleven las manos a la cabeza pero viendo en que manos está, que aún no sabemos nada sobre la dirección de Fincher -y que lo último que se pierde es la esperanza- tengo curiosidad por ver que novedades puede aportar un director que ha demostrado sobradamente ser uno de los mejores del panorama actual y al que le va como anillo al dedo este tipo de películas.
¿Y a vosotros qué os parece este proyecto, es una buena idea o un sacrilegio?

Ficha técnica

Título: Zatoichi

Año: 2003

Duración: 115 min.

País: Japón

Director: Takeshi Kitano

Guión: Takeshi Kitano (Cuento: Kan Shimozawa)

Música: Keiichi Suzuki

Fotografía: Hitoshi Tayaka & Katsumi Yanagishima

Reparto: Takeshi Kitano, Tadanobu Asano.

Género: Acción. Comedia. Japón feudal. Samuráis. Musical

Sinopsis: Japón, siglo XIX. Zatoichi es un vagabundo ciego que vive del juego y de dar masajes. Pero además, resulta ser un maestro con la katana, rápido y preciso como el mejor de los samuráis. Cuando Zatoichi llega a un pueblo entre las montañas, se verá obligado a ayudar a un par de geishas a vengarse del jefe del pueblo Ginzo y librar así a sus habitantes del terror que infunde su banda.

Comentario: Peculiar cinta de samuráis escrita, dirigida y protagonizada por el polivalente realizador Takeshi Kitano, que sorprende a todo el mundo con una historia donde nada es lo que parece, con un alto componente cómico (parodiando este género) y algún número musical alegre y colorido que compagina bien con el tono general de la película.
Lazos de sangre es la ultima película del realizador galo Guillaume Canet (Pequeñas mentiras sin importancia) que cuenta con un elenco de lujo entre los que destacan Clive Owen, James Caan, Billy Crudup, Marion Cotillard y un largo etcétera que no me molestare en detallar. La historia, ambientada en Nueva York durante los años 70, narra la complicada existencia de una familia media americana compuesta de un policía (Crudup), su hermano delincuente (Owen), su hermana y su padre (Caan) y se centra principalmente en la tensa relación entre estos dos primeros. Una relación que afectará tanto sus vidas como la de sus seres queridos, donde la presión irá aumentando paulatinamente a lo largo de sus más de dos horas de duración hasta el estallido final.

Empezando por la dirección de Canet, el cual mantiene bien el rumbo hacia el que quiere llevar la cinta y es que con el guión con el que tiene que trabajar es sencillo acabar con la paciencia del espectador y perderse en un mar de propuestas inacabadas. Si bien han estirado demasiado su metraje y algunas subtramas se podían haber omitido, afin de favorecer la principal -y más interesante- entre los dos hermanos, el ritmo se mantiene firme mayoritariamente. Pasando al guión, el cual está adaptado por el propio Canet con ayuda del también cineasta James Gray (Two Lovers, La noche es nuestra, El sueño de Ellis) y está inspirado en la película francesa “Liens de sang” de 2008. Esta es una de esas historias largas y elaboradas, con personajes protagonistas bien definidos y aunque cuenta con numerosos acontecimientos, aquí sirven como herramienta para desarrollar y explorar las emociones de estos hermanos y observar como reaccionan ante los peligros que se les plantean. No esperéis un gran final, bombástico u ornamentado sino algo a menor escala, más personal e íntimo -aunque también hay alguna que otra persecución-. Dicho esto, las actuaciones deben estar a la altura de las circunstancias ¿Lo están? Rotundamente sí, son de lo mejor que yo haya visto en lo que va de año y no es para menos porque este reparto es inmejorable. James Caan cumple con su papel sobradamente, los actores de reparto hacen bien su labor y el duelo interpretativo que ofrecen Crudup y Owen es notable. Ambos se complementan bien en la pantalla, sus personalidades son diametralmente opuestas y deben aprender a lidiar el uno con el otro porque, al fin y al cabo, son familia. Representan el blanco y el negro, el aceite y el vinagre y es ese tira y afloja entre el formal y el rebelde el que mantiene con vida a la cinta. Su historia es la única más magnética y pese a que intentan rodearla de otras adicionales, algunas son insulsas e innecesarias. La fotografía está a cargo del mismo que colaboró en todas y cada una de las producciones de Canet y es ciertamente notable. Quiero apuntar que la belleza natural de la Nueva York de la época juega un rol muy importante en conseguirlo y es que, personalmente, es imposible equivocarse con semejante telón de fondo. Terminando por la banda sonora, a juego con los setenta que toma una importancia capital en la película hasta el punto de formar un personaje por sí solo y todo un placer para los sentidos. La música fue, es y será una parte esencial de cualquier película que se precie, sin ella pierde vida y en Lazos de sangre se han tomado muy en serio este preciado aspecto.

En definitiva, Blood Ties es una buena cinta dramática con personajes convincentes, situaciones realistas y esporádicas escenas de acción que satisfarán al impaciente espectador. Aquí no hay villanos ni héroes, no todo es blanco o negro sino que cubre un territorio muy grisáceo donde las decisiones tomadas tienen buenas o malas consecuencias y repercuten en mayor o menor grado en sus vidas. Como digo las actuaciones son generalmente buenas, aunque este es el show de los dos hermanos y desgraciadamente la mayoría de secundarios -y sus vidas- no terminan por trascender en el conjunto global, lo que lastra ocasionalmente el ritmo del filme y llega a poner a prueba la voluntad del espectador. Muy recomendable para los amantes del género y para todos aquellos que les guste una cinta cocinada a fuego lento.


7/10: BUENA.


Ficha técnica

Título: El castillo ambulante

Año: 2004

Duración: 120 min.

País: Japón

Director: Hayao Miyazaki

Guión: Hayao Miyazaki

Música: Joe Hisaishi

Fotografía: Animación japonesa (Anime)

Sinopsis: Narra la historia de Sophie, una joven sobre la que pesa una maldición que le confiere el aspecto de una anciana. Sophie decide pedir ayuda al mago Howl, que vive en un castillo ambulante.
Ficha técnica

Título: Hombre

Duración: 110 min.

Año: 1967

País: EE.UU.

Dirección: Martin Ritt

Guión: Irving Ravetch (Novela: Elmore Leonard)

Música: David Rose

Fotografía: James Wong Howe

Reparto: Paul Newman

Género: Western

Sinopsis: John Russell ( Paul Newman), un hombre secuestrado y criado desde niño por los indios apache ha aprendido a apreciar y respetar a su tribu pero, cuando recibe una casa en herencia y decide venderla, deberá viajar en diligencia en compañía de siete personas de distintos estratos sociales de la sociedad americana, la cual decidió abandonar para siempre.

Mismo equipo que trajo "Hud: El más salvaje entre mil" y lograra 3 Oscars en 1962. Infravalorado western que narra una historia simple pero solvente, adaptada de una novela de Elmore Leonard -conocido creador de historias como El tren de las 3:10 y Jackie Brown-. Muy entretenida cinta que jamás se siente desfasada ni anticuada porque lo que la eleva son unas sólidas actuaciones y una historia pausada además de intensas escenas de acción que a día de hoy aún se sostienen.




Con estas palabras se podría resumir la experiencia cinematográfica que George Miller nos brinda con esta cuarta entrega de la franquicia ochentera Mad Max. Tomando el relevo de Mel Gibson está Tom Hardy al cual le acompaña Charlize Theron en este loco viaje de dos horas por los desiertos de Namibia. En esta ocasión, Max Rockatansky se ve involucrado en un intento de fuga, llevado a cabo por un grupo de mujeres, del tirano Inmortan Joe. Simple pero efectiva premisa la que nos propone Mad Max: Furia en la carretera.


George Miller regresa a la saga que él mismo creó por todo lo alto. El realizador australiano llevaba más de una década con esta película en mente y aunque se hizo de rogar, la espera ha merecido mucho la pena. Empezando por la acción -soberbiamente filmada- la cual da la sensación de caos organizado, haciendo de esto uno de los muchos motivos que la convierten en un espectáculo audiovisual sin precedentes. Pese a sus 70 años, Miller nos entrega una oda a la acción desenfrenada, al entretenimiento en su estado más puro y por eso su trabajo se vuelve aún más notable. Es digno de mención el esfuerzo que ha depositado en devolver a Mad Max a la cumbre cinematográfica y el mimo con el que ha llevado este proyecto desde sus inicios, buscando una fórmula ganadora y no un producto final precipitado -es admirable ese tipo de dedicación-. La fotografía de John Seale (Cold Mountain, La tormenta perfecta, Poseidón) es sublime, logrando una estética colorida muy apropiada, jugando mucho con los movimientos de cámara, dándole a la cinta aún más frenesí si cabe. Además, la imprevisibilidad es un factor clave, ya que el espectador no sabe cuándo ni qué va a pasar, manteniéndonos en permanente tensión hasta los créditos finales. Las actuaciones tanto de Hardy como de Theron son de gran nivel y a este dúo interpretativo le acompaña Nicholas Hoult (X-men) el cual encarna perfectamente el papel de lunático. El villano -aunque recuerde vagamente por la máscara al Bane de Hardy- está a la altura y junto a su banda, transmite la sensación de persecución continua de nuestros protagonistas. El guión, como dije antes, es simple pero no por ello malo. Este tipo de películas no necesitan una historia elaborada para funcionar, al contrario, cuanto más directa mejor. Si a esto le añadimos unos protagonistas tremendamente carismáticas -desde Max hasta el tipo de la guitarra escupefuego- el resultado es un guión insuperable. La música de Junkie XL (próximo compositor de Batman v Superman junto a Hans Zimmer), algo no siempre destacable en el género, es vibrante y contagiosa.


En definitiva, Mad Max: Fury Road es todo lo que se le puede pedir a una buena cinta de acción -y más-. Cuenta con buenas interpretaciones, personajes llamativos, una historia atractiva y lo más importante una incansable consecución de escenas de acción que lejos de aburrirte o cansarte -A todo gas 7- te sorprenden una y otra vez con su arsenal de armas, vehículos, personajes y situaciones variopintas. Puedo decir que es la mejor película en lo que va de año y un espectáculo difícilmente superable -casi imposible- por cualquiera de los muchos taquillazos que aún quedan por salir ¡Mad Max ha vuelto, ha arrancado su V8 Interceptor y ha adelantado a todas las grandes franquicias del momento en un suspiro!

10/10: UN NUEVO REFERENTE DEL GÉNERO.



“El maestro del agua” es el debut en la silla del director de Russell Crowe y está protagonizada por el propio Crowe y Olga Kurylenko. La historia gira entorno a la búsqueda de Joshua Connor (Crowe), un australiano dedicado a encontrar yacimientos de agua, de sus tres hijos que están dados por desaparecidos tras combatir en la batalla de Galípoli, uno de los conflictos más sangrientos de la Primera Guerra Mundial. Su periplo por Turquía lo lleva a descubrir una civilización opuesta a la australiana, mientras lidia con los problemas burocráticos y sociales que le impiden encontrar a sus hijos y traerlos de vuelta a casa.
Comenzando por la dirección de Crowe, no hay mucho que resaltar. Es una película bien rodada, muy sobria pero eficiente. Sin embargo y aunque las comparaciones con Mel Gibson son inevitables, no parece que el neozelandés adoptado australiano tenga el mismo instinto que el autor de obras tan notables como Braveheart o Apocalypto. Continuando por la fotografía, el fallecido Andrew Lesnie culmina su última obra de manera notable, firmando escenas de enorme belleza visual a la vez que muestra fielmente los acontecimientos acaecidos durante la cruel contienda de Galípoli. Poco he de añadir sobre la banda sonora, que pasa inadvertida durante todo el metraje. Las actuaciones son correctas sin más, no hay una voz cantante en el reparto, nadie lleva las riendas de la película y eso se traduce en una acumulación de personajes con poca profundidad -Russell Crowe se rodea de tantos actores que su arco argumental pasa a un segundo plano-. Por último, el guión está lleno de subtramas intrascendentes, personajes innecesarios y diálogos absurdos. Es como si el escritor tuviera en mente una telenovela de posguerra para televisión española en vez de una película convincente ya que, aunque intenta arrancar la lágrima fácil del espectador, todo lo que consigue es redundar en un melodrama empalagoso, un festín de sentimentalismos baratos donde la coherencia brilla por su ausencia. Este esfuerzo falla considerablemente en su principal cometido, convirtiéndose hacia el tercio final en una caricatura de sí misma. 


En conclusión, “El maestro del agua” es esencialmente un bien intencionado intento de revivir aquellos terribles acontecimientos de 1915 pero una película no puede -ni debe- ser valorada por sus intenciones, sino por su ejecución y ahí es donde suspende. Nada sorprende, todo se siente forzado y predecible, las actuaciones no son malas pero tampoco hay ninguna que llame la atención y pese a contar con una ambientación -tanto en Australia como en Turquía- sensacional, la falta de coherencia y su evidente carencia de un buen guión terminan por ensuciar lo que podría haber sido un interesante inicio a la carrera de Russell Crowe como realizador.

4/10: DECEPCIONANTE


Ficha técnica

Título: The Hurricane

Año: 1999

Duración: 140 min.

País: EE.UU.

Director: Norman Jewison

Guión: Armyan Bernstein & Dan Gordon
            (Autobiografía: Rubin Carter)

Música: Christopher Young
             (Canción: Bob Dylan)

Fotografía: Roger Deakins

Reparto: Denzel Washington.

Sinopsis: Basada en una historia real, narra la vida de Rubin "Huracán" Carter, un boxeador negro que, tras superar una infancia difícil, alcanzaría a disputar el título de los pesos medios en EE.UU. en los años 60 y vio su carrera truncada cuando fue injustamente acusado de triple asesinato y consecuentemente sentenciado a cumplir tres cadenas perpetuas. Notoria interpretación de Denzel Washington que le valdría una nominación a los premios Oscar.


Ficha técnica

Título: After Hours

Año: 1985

Duración: 90 min.

País: EE.UU.

Director: Martin Scorsese

Guión: Joseph Minion

Música: Howard Shore

Fotografía: Michael Ballhaus

Reparto: Griffin Dunne, Verna Bloom, Martin Scorsese.

Sinopsis: Al finalizar su jornada laboral, un solitario oficinista (Griffin Dunne) se ve envuelto en una serie de desdichas que le llevan a uno de los peores barrios de NY. No lo sabe pero ahí está a punto de comenzar una noche inolvidable.