¿Os acordáis de aquella película en la que se disparaban balas con efecto? El realizador kazajo Timur Bekmambetov utilizó esta inverosímil premisa, sacada de un cómic, para llenar la pantalla de efectos especiales y escenas de acción espectaculares. Protagonizada por la sensual Angelina Jolie y por un James McAvoy que aún se iniciaba en el género de acción, Wanted (Se busca) es uno de esos productos destinados a satisfacer los más bajos instintos del espectador. Aquellos en los que la lógica y el sentido común desaparecen en pro de la adrenalina pura; esa que sientes cuando ves películas de John McTiernan, John Woo o George Miller. Evidentemente, Bekmambetov no está a la altura de estos genios del caos, ni siquiera puedo garantizaros que Wanted se convierta en vuestro nuevo placer culpable, pero lo que sí consigue es entretener. Las actuaciones no son nada del otro mundo y la historia no deja de ser otra más de venganza, pero todo lo malo que tiene lo compensa con personajes molones como el de Morgan Freeman y acción desenfrenada. Su duración de algo más de hora y media también ayuda a hacerla más digerible. No apta para paladares exigentes.
HACE 20 AÑOS...
Años después de rodar La lista de Schindler, considerada por muchos como su obra maestra, Steven Spielberg regresa a ese funesto capítulo de nuestra historia reciente para contarnos una historia de camaradería en el campo de batalla. Su colaborador habitual, Tom Hanks –con el cual produjo dos miniseries de obligado visionado como Hermanos de sangre y The Pacific–, protagoniza la película y lo acompaña un reparto de lujo entre los que se incluyen Tom Sizemore, Matt Damon o Vin Diesel entre otros. Salvar al soldado Ryan es una de mis producciones bélicas favoritas por muchas razones: una sublime ambientación y puesta en escena que nos transporta a la contienda desde el primer fotograma, sólidas actuaciones de todo el grupo protagonista, la solemne banda sonora del inigualable John Williams. Podría seguir enumerando los motivos por los que la considero una de las obras culmen del director pero supongo que a estas alturas todos la habréis visto, así que en su lugar me dirigiré a los detractores que, como siempre, no faltan. El mayor problema que le achacan es su sentimentalismo, una característica bastante frecuente en su cine, así como su final patriota y yo me pregunto: ¿acaso una película no puede permitirse licencias dramáticas? Si Spielberg busca retratar el heroísmo del bando aliado a través de este grupo de soldados, ¿no puede terminar su filme con un sentido homenaje a los caídos?
Y vosotros, ¿visteis alguna en el cine? Dejadme vuestras respuestas aquí abajo, en los comentarios. Hasta otra, pasadlo bien y disfrutad del cine. Saludos!
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