Trumbo es un drama biográfico sobre la vida del novelista, escritor y realizador Dalton Trumbo que formó parte del grupo llamado los “Diez de Hollywood”, un colectivo de artistas envueltos en actividades comunistas en una época en la cuál dicha corriente ideológica fue perseguida y castigada. Jay Roach, director conocido por Los padres de ella y por la trilogía de Austin Powers, asume el papel de llevar a buen puerto una historia compleja y densa que critica duramente un período tan convulso como el macartismo. Bryan Cranston, que pasó a la fama al dar vida a Walter White en Breaking Bad, es el encargado de encarnar a este prolífico autor que fue tristemente repudiado por un sector de la sociedad americana cegada por el miedo. Además de él, podremos ver actores de la talla de Helen Mirren, Diane Lane, Louis C.K. y John Goodman.
Un relato como éste siempre enriquece y nos ayuda a descubrir episodios de nuestra historia reciente para informarnos más sobre ellos y crecer como individuos. La historia que nos relata Roach es tensa y dramática como pocas que se hayan visto en los últimos años, sobretodo porque esta “caza de brujas” se extendió a nivel nacional imbuyendo a gran parte de la sociedad en la creencia de que pensar distinto, de que exigir cambios, suponía un peligro inminente. Una amenaza que Trumbo, su familia y sus amigos tuvieron que sufrir durante años acosados y marginados por todos, viviendo en un clima de tensión permanente, ni siquiera pudiendo expresarse artísticamente. Quizás fuera esta última parte la que más disgustara a Trumbo, ya que veía como su postura política se entrometía en su carrera profesional e incluso personal, resignado a vivir como un paria durante décadas retumbando por la vida como un encarcelado y exiliado. El director consiguió transmitir exitosamente el telón de fondo, el contexto y la ambientación de aquel Hollywood de los años 50 donde las traiciones y los chivatazos estaban a la orden del día. Alcanzando la madurez como realizador, Roach sabe equilibrar el ritmo al que fluye la historia sin ir tan acelerado que te pierdas en la narrativa ni tan escalonado que te duermas en la butaca. Una carrera marcada por la comedia, este director norteamericano ha mostrado que sabe tratar con mano diestra intrigas políticas sobretodo en Recuento (2009), telefilme de carácter político protagonizado el mismísimo Kevin Spacey, también conocido como Frank Underwood en House of Cards. Hablando de series, Bryan Cranston disparó su carrera con Breaking Bad y aquí nos brinda su mejor interpretación en la gran pantalla hasta la fecha. Un camaleónico Cranston se mete completamente dentro de la psique de este complejo literato, padre de familia y activista al mismo tiempo. A este personaje no se le podría haber hecho mejor homenaje, una actuación merecedora de Oscar -personalmente, la mejor de 2015-. Todas sus muecas, sus tics y su labia están perfectamente adaptados por Cranston, así como su lado más oscuro y conflictivo manifestándose cuando las cosas se ponían más inseguras para él y para su mujer y sus hijos. No olvidemos que ésta persecución no fue cosa de unos meses ni de un año, sino que se llevo a cabo durante décadas y eso queda muy claro con el uso del maquillaje en el filme. Pequeño paréntesis para hablar del maquillaje que, si bien se aplica muy bien a algunos protagonistas, otros como la mujer de Trumbo no parecen verse afectados por el paso de los años. El guión fue escrito por un desconocido John McNamara, que pasa de esta forma del mundo televisivo a la gran pantalla. Anteriormente, este guionista colaboró en series de escasa relevancia como Aquarius o Lois y Clark: las nuevas aventuras de Superman, pero aquí destapa el verdadero tarro de las esencias con unos diálogos dinámicos y sorprendentemente graciosos e imaginativos sobretodo aquellos en los que conversa Dalton Trumbo. Pero McNamara no se limitó a hacer de él un personaje con labia sino que supo darle verdadero dramatismo cuando la ocasión lo brindaba, incluso criticando al propio Trumbo por alguna de sus conductas hacia su comprometida familia. Supo hacer un biopic interesante y lleno de matices y sutilidad, dos características de las que a menudo carece este género -sí Invictus, te miro a ti-. No hace falta encumbrar a nadie, simplemente retratarlo tal y como es y dejar que la audiencia fundamente una opinión por sí misma. Esta historia respira cine por cada una de sus páginas, convirtiéndola en una verdadera joya para todos los amantes del cine clásico. Por último, algo que siempre me gusta ver fielmente recreado en una película de época es la ambientación y vaya si el equipo artístico y de vestuario lo ha conseguido. Una de las épocas modernas más llamativas, coloridas y elegantes como los años 50 tiene en Trumbo un homenaje a la altura de su grandeza, tanto que en sus dos horas no podía dejar de examinar los diferentes y variados escenarios.
En conclusión, Trumbo es sin lugar a dudas la mejor película en la cartelera española y una de las mejores películas del pasado año 2015, que tristemente recibió una sola nominación en los Oscar por la inconmensurable interpretación de Bryan Cranston -en mi opinión, mejor que la de el ganador DiCaprio-.Jay Roach abandona la comedia para narrarnos una historia tan fascinante como trágica sobre un ejemplo de resistencia en defensa de uno de los derechos fundamentales del Hombre; la libertad de expresión. Dalton Trumbo creía en unos ideales que desgraciadamente iban a contracorriente y por ello lo persiguieron y lo defenestraron, privándolo de ejercer su trabajo, apartándolo de su amada familia, obligado a esconderse como un delincuente de primer orden. Pese a ello, su talento y su energía se sobrepusieron a los imponderables, llegando incluso a ganar dos Oscars y dejando en evidencia a todo el sistema macartista del momento. Una triste realidad que se esconde tras el cartel de Hollywood, un oscuro episodio en la historia de nuestro cine, un relato de cómo unos pocos pudieron propagar su odio a una nación entera y aprovechar su miedo para castigar a todos aquellos que pensaran distinto.
8.5/10:
“LA DEMOCRACIA NO ES UN TRAJE PARA LUCIR LOS DOMINGOS EN UN DESFILE. LA DEMOCRACIA ES EL TIPO DE VIDA QUE LLEVA UN HOMBRE DECENTE, ALGO POR LO QUE MERECE LA PENA VIVIR Y, LLEGADO EL CASO, MORIR.”- Dalton Trumbo.
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