Una mirada al pasado

Del 8/09/17 al 10/09/17

HACE 10 AÑOS...


La franquicia de La jungla de cristal siempre me pareció una de las mejores del género de acción de la historia moderna del cine (hasta la quinta parte...). La primera es simplemente espectacular, un producto de entretenimiento puro, que marcó época a finales de los ochenta y a lo largo de los noventa e inspiró numerosos títulos de acción como Alerta Máxima o Muerte Súbita. La segunda entrega bajó un poco de nivel pero mantenía aún los rasgos distintivos de la saga. Por último, La tercera parte le ponía el broche final a una trilogía para el recuerdo. Jeremy Irons interpretaba a un villano a la altura de Hans Gruber y Samuel L. Jackson, recién salido de Pulp Fiction, formaba junto a Bruce Willis uno de los dúos más carismáticos y entretenidos de las últimas décadas. Eso fue en 1995. Tras ella, la saga cayó lentamente en el olvido. Willis parecía haber pasado página. Sin embargo, más de una década después, La jungla regresó y lo hizo de la mano del director Len Wiseman (Underworld). El resultado fue sorprendentemente satisfactorio. Una secuela conservadora y cumplidora, que no sorprendió a nadie pero tampoco decepcionó. Tantos años después, cambio generacional incluido, resulta cuanto menos meritorio el esfuerzo de Wiseman y Willis por traer de vuelta al personaje de John McClane. Una lástima que luego tiraran todo a la basura con la infame quinta entrega que sepultó cualquier futuro para el personaje. 


HACE 20 AÑOS...


Clint Eastwood no sabe hacer mal cine. Incluso Firefox, su peor película como director, se deja ver. No me preguntéis como lo hace, porque sólo él lo sabe, pero lo cierto es que mientras otras muchas grandes leyendas del cine tienen algún que otro engendro en su filmografía, Eastwood mantiene su casillero bastante limpio. Poder absoluto se estrenó a mitad de los noventa, justo cuando la magia eastwoodiana estaba en pleno apogeo. Y sino me creéis, echadle un vistazo a las películas que sacó esa década; con Bird cerraba magistralmente los años ochenta y prepararía el terreno para lo que estaba por venir: Sin perdón, Un mundo perfecto, Los puentes de Madison y Poder Absoluto, la que aquí nos concierne.En un puñado de años, probó su versatilidad como realizador adentrándose en géneros tan variados como el drama, el western o el thriller. En este caso, compartiendo pantalla con actores de la talla de Gene Hackman, Ed Harris o Laura Linney, Eastwood interpreta a un ladrón de guante blanco cuyo plan de desvalijar una mansión coincide en lugar y tiempo con el asesinato de una mujer. La cosa se complica aún más cuando conoce la identidad del asesino: el mismísimo Presidente de los Estados Unidos de América. Así que tras haber detenido a forajidos, bandidos, asesinos en serie y demás escoria del universo cinematográfico, Clint Eastwood tendrá que desenmascarar al Presidente del país más poderoso del mundo. Poder absoluto es una película que muestra las numerosas influencias del director (Don Siegel siendo una de las más importantes) a la vez que demuestra una vez más su talento para contar historias, sean del tipo que sean. Intriga con sustrato político, que entretendrá a todo buen cinéfilo. 

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