Los 50 actores más importantes de la historia - Tercer puesto

JACK NICHOLSON



Jack Nicholson, natural de Nueva Jersey, nació un 22 de abril de 1937 y fue criado por su abuela, quien le hizo creer que era su madre, mientras su verdadera madre se hacía pasar por su hermana mayor y su padre se encontraba en paradero desconocido. Lo más terrible es que no descubrió el engaño hasta 1975, casi cuarenta años después, cuando un periodista de la revista Time descubrió la verdad. Para entonces, su madre y su abuela ya habían muerto, así que Nicholson tuvo que lidiar con ello sin apoyo familiar. Más tarde, él mismo declaró que aquel hallazgo fue uno de los acontecimientos más dramáticos de su vida, aunque no llegó a afectarle a nivel psicológico.

A Jack Nicholson siempre le gustó ser el centro de atención, llegando a ser elegido como el “payaso de la clase” por sus compañeros en 1954, ya que pasaba todos los días castigado por mala conducta. Poco después se mudaría a Hollywood con la intención de convertirse en una estrella, aunque los primeros trabajos que le ofrecieron y que él rechazó fueron de animador.

Su debut en la gran pantalla llegaría cuatro años después, en 1958, protagonizando un pequeño drama independiente sobre adolescentes. Así empezaría su primera gran colaboración con el celebérrimo productor y director de películas de serie B, Roger Corman, con el cual trabajaría con regularidad la siguiente década.


Después de pasar años en el mundillo del cine independiente, estancado y sin ningún rumbo definido, la carrera del joven Nicholson parecía abocada al más absoluto de los fracasos. Sin embargo, su carrera dio un insospechado giro de 180 grados cuando, en 1967, escribió un guion para una película de Corman titulada The trip. Como el título deja entrever, la historia abordó el tema del consumo del LSD por primera vez en la historia del cine y contaba además con un nada desdeñable reparto entre los que destacaban Bruce Dern, Peter Fonda y Dennis Hopper… ¿empezáis a ver la conexión?

Efectivamente, Fonda y Hopper estrenaron juntos Easy Rider tan solo dos años después de The Trip y adivinad quién aparecía en ella cumpliendo un papel secundario. Así, de la noche a la mañana, Jack Nicholson pasó de ser un actor de serie B a estar nominado al Oscar en la categoría de mejor actor de reparto por su breve, aunque memorable papel de George Hanson, personaje que encapsulaba en escasos minutos de intervención todo el mensaje de la cinta.


A pesar de no ganar la estatuilla, aquello supuso un antes y un después en su carrera. Cinco años después protagonizaría Chinatown (1974), uno de mis filmes de cabecera, a la cual considero la mejor cinta de cine negro puro y duro de todo el cine moderno. Por aquel entonces, Nicholson ya había sorprendido a propios y extraños por su carisma y desparpajo frente a la cámara, con películas tan interesantes como El último deber o Mi vida es mi vida, donde encarnaba a personajes pendencieros o al borde de la locura con increíble facilidad y credibilidad. El resto es historia: un año más tarde protagonizaría Alguien voló sobre el nido del cuco, obra maestra indiscutible en la que Nicholson se sale literalmente de la pantalla. Nos hace reír, llorar y nos lleva al límite de la locura de la mano de su personaje, Randle McMurphy.


Muchos me diréis: “pero Rick, ¿¡no te da vergüenza dejar a Robert De Niro fuera del podio!?”. Claro que, si lo cambiase por el bueno de Jack, otros tantos me dirían: “pero Rick, ¿¡es que no ves que Jack Nicholson merece entrar entre los tres mejores!?”. La felicidad va por barrios y en este caso yo me decanto mínimamente por el de Nicholson. Ambos son fuerzas de la naturaleza –¡qué demonios, todos los que están en el top 10 lo son! –, pero al final hay que decidirse por uno y para mí, Jack Nicholson tuvo una carrera más redonda y completa que De Niro. No os negaré que la filmografía del actor italoamericano se recita casi de memoria, pero creo que es más irregular, sobretodo en estos últimos años en los que parece un tanto desnortado.


Nicholson lleva años sin estrenar una película, entre otras razones porque sufre de alzhéimer –enfermedad que también retiró prematuramente a Gene Hackman–, algo que le imposibilita la tarea de memorizar líneas. No obstante, tiene el gran honor de ser uno de dos actores en toda la historia en obtener al menos una nominación al Oscar cada década, desde los años 60 hasta los 2000, siendo el otro Michael Caine. Ha ganado todo a lo que un intérprete puede aspirar y ha alcanzado la cima de la actuación en múltiples ocasiones. Solo por el legado que deja tras de sí, Jack Nicholson merece este tercer puesto.

0 comentarios:

Publicar un comentario