Lo mejor del Festival Sitges 2020 (volumen I)

Como dice el refrán, siempre hay una primera vez para todo. Así que aquí estoy yo, un replicant en Sitges, disfrutando por vez inédita de los hermosos paisajes, la buena comida y bebida aún mejores películas del Festival de Sitges...¡oyes, espera un momento! No es posible. Definitivamente fue un recuerdo implantado, ya que nunca he ido a Sitges, no he visto su costa ni he probado su gastronomía, aunque sí que he visto sus películas. ¿Cómo es posible?



Debido a la pandemia por coronavirus, los organizadores del festival han tenido a bien hacer una edición online para que todos aquellos que nos quedamos en casa, ya sea porque nos es imposible ir, por simple pereza o por una mezcla de ambas, también podamos meternos un buen chute de cine de género.


Una iniciativa híbrida única en su especie, cuya experiencia no podría haber sido más gratificante y que espero sea referente para otros festivales en el futuro cercano.


Así que, antes de entrar de lleno en este repaso a lo mejor que he visto en el certamen online de Sitges 2020, me vais a permitir abrir un pequeño paréntesis para aplaudir el esfuerzo de todos los que han participado en la organización online de este magnífico evento cinematográfico. ¡Nunca olvidaré mi primera vez!


Y ahora, si os parece, vayamos directos al grano para desmenuzar (sin spoilers) los títulos que, en mi opinión, más han brillado este año.


Relic


La joven realizador australiana Natalie Erika James deslumbra a propios y extraños en su ópera prima, titulada Relic. Una emocionante cinta de terror psicológico que busca además remover conciencias.

La película, de apenas hora y media de duración, cuenta con un guion co-escrito por la propia directora y un reparto corto, pero espléndido, encabezado por Emily Mortimer.

Relic cuenta la historia de una hija, una madre y una abuela que se reúnen en la casa de esta última para intentar ayudarla con la demencia que sufre en silencio. Sin embargo, la enfermedad no solo la está consumiendo a ella, sino que también está marchitando todo lo que la rodea, incluso a su propia familia.

Como veis, el argumento alberga un doble muy interesante y bien conducido en todo momento por Erika James; por un lado, el puramente fantástico y terrorífico y por otro, el más alegórico, en el que subyace una atinada crítica social sobre el cuidado que les procuramos a nuestros ancianos en sus momentos más críticos.

Por lo tanto, estamos ante una película donde los sustos importan menos que los escalofríos y en la que los monstruos no se manifiestan de forma grotesca, sino más bien en nuestro fuero interno.


Relic es perturbadora, triste y melancólica. Su potente mensaje reposa sobre los hombros de Robyn Nevin (en el papel de la abuela) y sobre un guion que mide los tiempos a la perfección, hasta concluir en un "in crescendo" que termina derrumbando emocionalmente al espectador.

Puede que Relic no sea la más innovadora ni la más extravagante de este Festival de Sitges online, pero lo suple con una atmósfera opresiva y enfermiza, con buenas interpretaciones y un guion clásico y efectivo, que te inquieta y a la vez te arranca una importante reflexión.

Tras su visionado, Relic me ha dejado el mismo poso que hizo Jennifer Kent en Babadook (2014). Ambas australianas, de un terror más sociológico y dirigidas por mujeres con una brillante carrera por delante.

Sección: SOFC
Precio del alquiler: 6€

Fried Barry

Si antes hablábamos de un terror más sobrio, tanto en el contenido como en las formas, Fried Barry se encuentra a las antípodas. El británico Ryan Kruger debuta en la dirección con una comedia de terror y ciencia ficción de lo más estrafalaria y desenfrenada, perfecta para los circuitos festivaleros.

El filme se ambienta en las calles de Ciudad del Cabo, calles que recorremos de la mano de un colgado llamado Barry, alguien al que solo le interesan dos cosas en la vida: drogarse y beber cerveza con su peculiar "amigo". Una noche, puesto hasta las cejas, Barry es abducido por alienígenas, los cuales experimentan con él de las formas más sexuales posibles.

Lo que sigue a continuación es una sucesión de sketches de lo más surrealista, en los cuales seguimos a este alienígena atrapado en el cuerpo de Barry mientras hace turismo por la capital sudafricana. Fried Barry viene a ser la versión retorcida, hilarante, sucia y vulgar de un programa de canal Viajar. Las sorpresas están aseguradas.


Gary Green convence con una actuación alocada e imprevisible, llena de muecas y de movimientos corporales tan absurdos como erráticos, perfectos para describir la extraña sensación que tendría un alien dentro de un recipiente humano.

Lo más importante para disfrutar de esta alucinógena experiencia es dejarse llevar por lo que propone Kruger. Si lo consigues, te lo pasarás en grande en compañía del marciano más quinqui y pervertido de Sitges 2020.

Sección: SOFC
Precio del alquiler: 6€

The Dark and The Wicked

Bryan Bertino nos trae un provocador cuento de terror rural, con trasfondo familiar, sobre el amor que le dedicamos a nuestros mayores y la perversidad que se esconde detrás de cada puerta, dentro de cada armario, lista para corrompernos y volvernos sus súbditos.

The Dark and The wicked cuenta con una dirección y una puesta en escena austera, unos diálogos punzantes y secos y unas interpretaciones efectivas que saben trasladar al espectador el miedo que atraviesa cada personaje.

Pero, ¿de qué trata la película? Dos hermanos, Louise y Michael, regresan a la casa familiar donde se criaron para echarle una mano a su anciana madre y cuidar de su enfermo padre. Sin embargo, la casa y los padres que recuerdan ya no son los mismos. No solo han cambiado por fuera, sino también por dentro y alguien o algo maligno lo está provocando.


La historia arranca a fuego lento, mostrando algunas de sus cartas y guardándose las mejores para la última mano, momento en el que The Dark and The Wicked se muestra en todo su terrorífico esplendor.

Con apenas un puñado de escenarios y aún menos personajes, cada secuencia logrará poner a prueba los nervios del público y en esto ayudan mucho el logrado diseño de producción, parco pero sugestivo; la primitiva banda sonora, que emplea instrumentos como el tambor para provocar desasosiego; y unas actuaciones creíbles, sobretodo la de Marin Ireland en el papel protagónico, con quien es realmente sencillo conectar.

También quiero reseñar el trabajo de algunos actores de reparto como es el caso de Xander Berkeley y Lynn Andrews. Pese a contar con un tiempo en pantalla muy limitado, ambos dejan huella en el argumento y en la memoria del espectador.


En definitiva, si andas buscando una buena ración de horror atmosférico, de ese que te cala hasta los huesos y se graba en tu mente, The Dark and The Wicked es una gran opción. ¡No dejéis pasar la oportunidad de visitar esta macabra granja!

Sección: SOFC
Precio del alquiler: 6€

Méandre

Terminamos este primer bloque de recomendaciones con una extraña, pero fantástica mezcla de géneros proveniente de Francia. Mathieu Turi dirige con destreza y gran sentido del ritmo este thriller de ciencia ficción con ciertos toques de terror pintoresco.

La premisa es tan sencilla como divertida: Lisa (Gaia Weiss), una joven autoestopista, monta en el coche de un perfecto desconocido. Instantes más tarde, despierta encerrada en un complejo laberinto de tuberías del que tendrá que arreglárselas para escapar. ¿Lo logrará?

Méandre cuenta con apenas un par de personajes: una protagonista y un antagonista. Además la diversidad de escenarios brilla por su ausencia, contando únicamente con una colección de estrechos conductos que recorreremos pegados literalmente a nuestra heroína.


Pese a su desconcertante (y algo insípido) póster y su escasez de recursos, Turi logra hacer de ésta una película realmente efectiva en lo que se propone.

Y es que la claustrofobia y la asfixia se erigen como las verdaderas estrellas del filme. Lisa es una extensión del público. Es imposible no empatizar con ella y con su misión, apretando los dientes o gritando a la pantalla cada vez que la vemos sufrir.

Por su tono y premisa, a Méandre se la ha comparado en más de una oportunidad con Cube y Buried. Una comparación bien traída, ya que podría verse como un Frankenstein de ambas; por un lado, coge la estética minimalista y la historia de supervivencia de la cinta de Vincenzo Natali y por otro, se imita la sensación de indefensión y la opresión que ejercía la cámara de Rodrigo Cortés.


Pero no se trata sólo de hacernos pasar un mal rato, que también, sino de hacernos partícipes de la lucha que Lisa mantiene con esa madeja de metal. El guion escrito por Turi, nos habla, aunque sea levemente, de cómo reaccionamos ante los obstáculos que nos presenta la vida; un mal giro o una decisión tardía puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso, la felicidad o el pesar.

Sin llegar a ser demasiado innovadora en ningún aspecto, sí sabe sacar provecho de su trama para mantenernos en vilo de principio a fin, culminando en un desenlace que, aunque se antoje artificial, no desentona con la idea general de la película.

Sección: Panorama Fantàstic
Precio del alquiler: 5€

2 comentarios:

  1. Que gozada!! Gracias por estas curradas que te pegas. De verdad que me gustan mucho y me cobectan con esta pasión común que es el cine y a la que no le puedo dedicar todo el tiempo que me gustaria

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  2. Te entiendo muy bien. Hay que hacer encaje de bolillos para poder compaginar esta pasión por el cine y la vida cotidiana, pero me alegra oír que estos artículos ayudan aunque sea un poquito! Esa era la intención desde el principio :) ¡Muchas gracias por leerme y comentar en el blog! Un fuerte abrazo.

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