¡Esto es una historia real! Con esta ya mítica frase arranca la cuarta temporada de Fargo, la serie de Noah Hawley inspirada en la obra homónima de los hermanos Coen, que estrenó este pasado jueves sus dos primeros episodios.
En esta ocasión, la acción nos sitúa en Kansas City, Misouri, durante los años 50, para contarnos una historia de criminales, mafiosos e inmigrantes que luchan todos ellos por alcanzar el tan ansiado sueño americano. Sin embargo, ese sueño pronto se convertirá en pesadilla cuando las esperanzas de muchos se ven dilapidadas por mares de sangre derramados en nombre del poder, siempre insaciable, siempre corrosivo.
Con un reparto de lujo encabezado por Jessie Buckley, a la que pudimos ver recientemente en "Estoy pensando en dejarlo" o en "Chernobyl", y Chris Rock entre muchos otros, esta última temporada promete mantener el nervio y el humor negro que hizo de esta serie una de las imprescindibles en la parrilla televisiva.
Desde sus primeros compases, la trama de Fargo IV te agarra por la solapa y no te suelta hasta los créditos finales. Todo en ella se antoja desmesurado y grandilocuente, lo cual en ocasiones puede fatigar, aunque casi siempre sobrepone sus virtudes.
Esta cuarta temporada contempla un abanico de personajes de lo más variopinto, tanto por su raza y etnia como por su personalidad: una niña sabelotodo, un mafioso colérico y otro maquiavélico, un inspector con Síndrome de Tourette y hasta una enfermera con tendencias psicopáticas.
Todo ello enmarcado en un contexto histórico donde el racismo y la marginación de afroamericanos, hispanos e italoamericanos estaban a la orden del día. Con su habitual ingenio para los diálogos y un delicioso humor negro, Hawley retrata las páginas más oscuras de la historia de los EE.UU: discriminación, mano de obra barata, conflictos raciales y subterfugios de todo tipo. Lo dicho, el sueño americano.
Fargo IV es sin duda la más ambiciosa de todas las temporadas, no en vano es la más larga, pero aún está por ver si es capaz de cumplir con lo que promete. De momento, todo lo que puedo decir es que mantiene la esencia de las primeras temporadas; buenos personajes, múltiples tramas interrelacionadas y esa sensación de que cualquier cosa puede ocurrir en cualquier momento.
Los valores de producción son altísimos, como no podría ser de otra manera, haciendo de su visionado una auténtica golosina para el espectador, el cual se deleitará en más de una ocasión con el apartado técnico de la serie. Resulta imposible apartar los ojos de la pantalla una vez comienza el espectáculo y este comienza muy, muy pronto.
Y es que, en vez de darle respiro al espectador, Hawley prefiere quitárselo; como diría aquel, si parpadeas te lo pierdes.
Su estilo se regocija en los excesos, colocando la cámara en los lugares más extravagantes, haciendo uso de la cámara lenta, de flashbacks sucesivos, voz en off y un montaje realmente acelerado para un thriller de época.
Su estilo se regocija en los excesos, colocando la cámara en los lugares más extravagantes, haciendo uso de la cámara lenta, de flashbacks sucesivos, voz en off y un montaje realmente acelerado para un thriller de época.
Solo hay que ver los nombres de algunos personajes para entender a lo que me estoy refiriendo: Oraetta Mayflower, Ethelrida Pearl Smutney, Doctor Senator, Constant Calamita, Odis Weff…y la lista continúa.
En lo que a interpretaciones se refiere, se nota un compromiso colectivo por parte del elenco en intentar hacer de esta una de las temporadas más memorables. Su trabajo es aún más meritorio teniendo en cuenta el poco metraje del que dispone cada uno de ellos.
Aunque aún se puede vislumbrar una línea divisoria entre protagonistas y secundarios, héroes y antagonistas, Hawley se empeña en moverla a cada rato, lo cual le resta dramatismo al conjunto y hace que me pregunte adónde quiere llegar con tanto baile argumental.
¿Cuál es la trama principal? ¿Cuáles las subtramas? Aún no tengo muy claro por dónde tirará la historia esta temporada. Hay tantos frentes abiertos, tantos personajes secundarios que podrían cobrar protagonismo de un momento a otro, que no me atrevería a predecir qué pasará a continuación, lo cual representa, para mí, la gran baza y a la vez el gran riesgo que corre Noah Hawley.
Si todo concluye satisfactoriamente, no me cabe duda de que Fargo IV marcará un nuevo éxito de esta antología; de lo contrario, podríamos estar ante un claro ejemplo de que el que mucho abarca, poco aprieta.
Entretanto, solo nos queda sentarnos en el sofá y dejarnos llevar por esta rocambolesca y enigmática aventura neo-noir…
Gran análisis!! Le tengo ganas. A ver si le puedo dar caña este finde. Good job my friend
ResponderEliminarMuchísimas gracias por leer y comentar en el blog!! Me alegra que te haya gustado este breve análisis y sí, la recomiendo, sobretodo si eres fan de las tres anteriores y del estilo de Noah Hawley. ¡Cuídate! :)
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