Todo
llega, tarde o temprano. Ya hemos entrado en marzo, la nueva temporada cinéfila arrancó hace tiempo, pero antes de que continue me gustaría hacer un alto en
el camino para hablar de las películas que más espero de 2018. Como es lógico,
la lista no incluirá filmes que ya se hayan estrenado. Antes de
comenzar, quiero recordar que esta lista está confeccionada siguiendo mis
preferencias personales; hay muchas obras que se quedarán fuera pero eso no
significa que no quiera verlas. Antes de empezar a hablar de las diez películas
en las que más expectativas tengo depositadas, me gustaría hacer algunas
menciones honoríficas:
The Equalizer
2. Antoine Fuqua me parece un director más que competente en este tipo de
películas. Ya lo demostró en sus inicios con obras tan sólidas como
Training Day, Lágrimas del sol o El tirador. Más tarde, con The Equalizer
volvió a dejar patente su predilección por el género de acción. Estrenada en
2014 y protagonizada por un Denzel Washington disfrazado de justiciero de la
calle, El protector –título que se le puso a la cinta en España- fue una grata
sorpresa. No me esperaba gran cosa y salí con esa satisfacción que sólo una buena
película de acción puede hacer. Es posible que estéis preguntándoos por qué
elijo esta cinta sobre otras más populares y la respuesta es sencilla: porque
en la era de los superhéroes, yo aún siento debilidad por las historias sencillas
y eficaces; aquellas en las que el protagonista no es ningún mutante ni
extraterrestre sino una persona, con sus problemas y sus debilidades, que
decidió salir al paso de las injusticias. Seguramente no gane ningún premio
y puede que tampoco sea recordada; no cambiará la vida de nadie ni nos enseñará
una valiosa lección sobre la vida pero yo a veces voy al cine para evadirme y
este año lo haré con The Equalizer 2.
Captive
State. Cómo no, no podía faltar a mi cita con la ciencia ficción y una de las
que he elegido para este año es el último trabajo del director de El origen del
planeta de los simios, Rupert Wyatt. La película nos sitúa en un barrio de
Chicago, diez años después de haber sido invadidos por fuerzas extraterrestres
y trata de explorar las vidas de personajes en ambos lados del conflicto: los
colaboradores y los rebeldes. La premisa es cuanto menos original, el director
tiene un buen currículum y Goodman es uno de los mejores actores en la
actualidad. El resultado podría salir tremendamente mal pero…¿¡no me digáis que
no sentís curiosidad!?
Tough
as they come. Y hablando de proyecto curiosos, ¿qué me decís de la próxima
película dirigida y protagonizada por Sylvester Stallone? Este señor viene de
perder un Oscar de forma flagrante por Creed –lo mejor con diferencia de
aquella secuela- y tras esto, vuelve a sentarse en la silla del director para
contarnos una historia bélica co-protagonizada por Adam Driver. La razón por la
que la incluí entre mis menciones honoríficas es por lo que puede salir del dúo
Stallone-Driver; el primero es una de las mayores estrellas que haya dado
Hollywood y el segundo va camino de convertirse en una. Como comentaba sobre
The Equalizer 2, este tipo de producciones no suelen estar destinadas a hacernos reflexionar; lo que sí pueden hacer es ofrecernos un entretenimiento de
calidad y eso es precisamente lo que espero de este título.
Ready
Player One. ¿Cómo puede ser que la nueva obra de Steven Spielberg no haya
entrado en mi lista? Algunos lo verán como una herejía y lo entendería.
Spielberg es uno de los mejores cineastas que haya visto el séptimo arte y cada
vez que estrena una película, debemos de tomarlo como una nueva oportunidad de
ver al genio en acción. La razón por la que no entra en mi Top 10 particular es porque no me ha enamorado ninguno de sus últimos filmes.
Tendría que remontarme hasta Munich (2005) para encontrar su último gran
trabajo. Desde entonces, ha estado intercalando títulos aceptables (Las
aventuras de Tintín o El puente de los espías) con otros bastante mediocres
para lo que estamos acostumbrados a ver de él (La guerra de los mundos o El
reino de la calavera de cristal). La premisa, ambientada en un mundo de realidad
virtual al que te conectas con unas gafas, tampoco me llama mucho la atención.
Los tráilers parecen más orientados al público joven y aficionado a todo este
tipo de tecnologías, que a aquellos que añoramos al Spielberg más familiar y
cercano de antaño. Por esos motivos la dejo fuera de la lista, aunque no quería
omitirla porque nunca sabes cuando un director de su talla puede sacarse un
conejo de la chistera y asombrar al mundo entero.
The
girl in the spider’s web. No soy un gran seguidor de las novelas de Lisbeth
Salander; cuando hubo la fiebre por leer esa serie de libros, yo estaba
haciendo otra cosa –no recuerdo bien el qué–. Tampoco he visto la adaptación
cinematográfica producida en Suecia y protagonizada por Noomi Rapace. Fallo
mío. Sin embargo, la que sí vi fue la adaptación americana realizada por David
Fincher y aunque me parece un trabajo menor dentro de su filmografía, algo se
quedó grabado en mi mente, que surgió cuando anunciaron que Fede Alvarez dirigiría una nueva
versión de las aventuras del famoso personaje literario. Este director
uruguayo hizo un remake bastante competente de Evil Dead y lo que es más importante,
hizo No respires. Esta pequeña cinta de terror no causó mucho revuelo en los circuitos cinéfilos pero a mí me encantó. El enfoque que le dio
al villano, interpretado maravillosamente por Stephen Lang y la atmósfera que
fue capaz de crear a partir de la nada, es algo digno de estudio –especialmente si
estáis interesados en el cine de terror–. Con un guión de Steven Knight,
conocido creador de las aclamadas series Peaky Blinders y Taboo y con Alvarez
dándole su toque macabro y siniestro a la historia, creo que ésta podría ser
una de las sorpresas del año.
Mandy.
Yo siempre defenderé a Nicolas Cage. Primero porque, independientemente de las
malas películas que esté haciendo últimamente, un buen actor jamás deja de serlo
–sino pregúntenselo a Travolta, Mickey Rourke o Michael Keaton, por ejemplo–.
Segundo, porque me lo paso muy bien con su cine; desde la ridícula Cara a cara
hasta sus papeles más dramáticos como en El ladrón de orquídeas o El hombre del
tiempo. Y tercero y último, porque Hollywood necesita rescatar viejas glorias
para que los jóvenes aficionados de hoy en día conozcan que también hubo cine antes
de Los vengadores –esto último es broma…en parte–. Por eso espero y deseo que
Mandy se convierta en el John Wick de Nicolas Cage y que podamos verle en la gran pantalla repartiendo caña a diestro y siniestro. Además, cabe mencionar que
está escrita y dirigida por el hijo de George Pan Cosmatos, conocido realizador
de obras magnas ochenteras como Acorralado Parte II y Cobra. Casi nada.
10) Halloween.
Empezamos la lista con este remake del clásico de John Carpenter, que contará
nuevamente con Jamie Lee Curtis como protagonista. Producida por la conocida
compañía de terror Blumhouse, que nos trajo títulos tan interesantes como
Oculus, Insidious o Split, esta nueva versión del asesino Michael Myers tendrá
a John Carpenter como productor y compositor de la banda sonora. El guión está
escrito por David Gordon Green y Danny McBride, cuyas anteriores colaboraciones
incluyen la serie De culo y cuesta abajo o Superfumados, entre otras. La
dirección está también a cargo de David
Gordon Green, cuya filmografía mezcla una de cal y otra de arena: algunas películas interesantes como Joe o George Washington se compaginan con otras más
mediocres como El canguro o Caballeros, princesas y otras bestias. Sin embargo,
la razón por la que la incluyo en este décimo puesto es porque, además de ser
un gran aficionado al terror y al cine de Carpenter en particular, creo que
Halloween merece una nueva revisión en la gran pantalla. Desde que Rob
Zombie intentara, sin demasiado éxito, traer de vuelta al famoso villano
enmascarado, no ha habido ningún nuevo intento…al menos hasta
que McBride y Gordon Green convencieron ni más ni menos que al maestro del
terror para regresar a su franquicia fetiche. Si a eso le sumamos el respaldo
de una sólida productora como Blumhouse y a Jamie Lee Curtis de nuevo en un
papel protagónico, mis niveles de expectación están bastante altos.
9)
Going places. El gran Lebowski es una de mis películas favoritas de todos los
tiempos. Los Coen crearon con El Nota un personaje atemporal, uno al que no nos
cansamos de ver. El carisma que le insufló Jeff Bridges hizo de él uno de las figuras con mayor personalidad de la gran pantalla; su buen rollo y
pasotismo son ya historia del cine. Sin embargo, no estoy aquí para hablaros de
El Nota sino de Jesús, aquel extraño personaje que aparecía de vez en cuando en la bolera para
incordiar a nuestro protagonista y que estaba interpretado por
John Turturro. Going places es un spin-off centrado en la figura de este personaje y tendrá al propio Turturro como director y protagonista de la cinta. Pero eso no es todo
porque, además de ser un spin-off, también es remake de la
película francesa del año 1974 Los rompepelotas,
protagonizada por Gérard Depardieu. Lo más curioso de este proyecto es que coge su inspiración de aquí y de allá:
el personaje de El gran Lebowski por un lado y la singular premisa de Los
rompepelotas por el otro. Por si fuera poco, el reparto cuenta con actores de
primera como Susan Sarandon, Audrey Tautou o Bobby Cannavale. Personalmente,
tengo mucha intriga por ver qué sale de esta singular combinación de
factores.
8) The
Predator. Secuela del clásico ochentero Depredador, de John McTiernan y
Arnold Schwarzenegger, esta cinta busca rejuvenecer la franquicia y al mismo tiempo complacer al público que creció viendo sus películas. El encargado de hacerlo no
es otro que Shane Black, que ya participó en el elenco de la original y que
ahora tiene la ardua tarea de volver a capturar la esencia que la convirtió en un clásico de los ochenta. Para hacerlo
contará con un guión escrito en colaboración con Fred Dekker; con el excelente
director de fotografía Larry Fong y con un elenco de lo más variopinto, que
incluye actores curtidos como Thomas Jane o Edward James Olmos y otros jóvenes
como Olivia Munn, Boyd Holbrook o Jacob Tremblay –el niño que alcanzó el
éxito con La habitación, claustrofóbico drama de 2015 que le valió un Oscar a Brie
Larson–. Tras la divertidísima Dos buenos tipos, si Shane Black logra hacer
algo parecido con The Predator puede que por fin tengamos una secuela a la
altura del personaje.
7)
Dragged Across Concrete. ¿Sabéis lo que tienen en común Bone Tomahawk, Brawl in
Cell Block 99 y esta película? Que las tres están dirigidas por S.
Craig Zahler, un tipo que sin hacer mucho ruido se ha situado entre los autores
más peculiares del panorama cinematográfico actual. La sinopsis de su
nueva película es bastante sencilla: dos policías se encuentran suspendidos
cuando un vídeo de sus duros métodos de interrogación sale a relucir en los medios de
comunicación. Estamos pues ante una “buddy movie”, protagonizada por Mel Gibson y Vince Vaughn y con el inconfundible sello de
Zahler. Este thriller seguramente
nos depare buenas dosis de acción, unos cuantos momentos memorables y quizá incluso prometa ser el principio de una nueva franquicia de acción, como ya lo fuera Arma letal o Dos policías rebeldes en el pasado. ¿Uno puede soñar, verdad?
6)
El reino. Primera y única cinta española en esta lista, dirigida por Rodrigo
Sorogoyen y protagonizada por Antonio de la Torre. Puesto que su última
colaboración dio como resultado el elocuente thriller Que dios nos perdone,
tengo muchas expectativas depositadas en El reino. Este nuevo thriller indagará
en el oscuro mundo de la política, un sector muy polémico en la sociedad
española actual –y por qué no decirlo, también en la global–. Espero que la historia no sólo sea entretenida e intrigante
sino que tenga un doble filo, una segunda lectura que haga de ella algo más que un producto de evasión. La trama se centra en
Manuel Gómez Vidal, un político y padre de familia que lo tiene todo: una buena
posición para continuar su ascenso en la política, una familia que lo quiere y
una red de contactos que le sirven de ayuda cuando más la necesita. Pero Manuel
también es un hombre corrupto, que se ha estado enriqueciendo de dinero público
durante años. El problema surge cuando un caso de corrupción salpica a un buen
amigo suyo de partido...
5)
First Man. Después de firmar el tremendo éxito que supuso La La Land, Damien
Chazelle vuelve a unir fuerzas con Ryan Gosling para contarnos la biografía del astronauta Neil Armstrong. Cuenta nuevamente con Justin Hurwitz en labores de composición musical y con el guionista de dramas tan agudos como Spotlight y Los papeles del Pentágono. El reparto lo
completa Kyle Chandler, Corey Stoll y Jon Bernthal, entre otros. La razón por la
que entra en mi lista, aparte de por el talento detrás del proyecto, es porque
hace tiempo que no se estrena una película de estas características en cines (del estilo de Apolo 13, por ejemplo), que además tenga de protagonista a una de las grandes
figuras del siglo XX como Neil Armstrong. Desconozco su historia personal ni
cómo llegó a alcanzar las estrellas pero siempre me interesó conocer más sobre
estas personas que alcanzaron hitos recientes de la humanidad. Si está contada con garra
y emoción, puede que el género biográfico vuelva por la puerta grande este año.
4)
El hombre que mató a Don Quijote. Este proyecto de Terry Gilliam lleva desde el
año 2000 fraguándose. Primero la iban a protagonizar Jean Rochefort, Johnny
Depp y Vanessa Paradis; muchos cambios de reparto después, Jonathan Pryce –con
quien colaboró en la excéntrica Brazil– y Adam Driver terminaron siendo los
afortunados elegidos. El argumento, que no deja de ser una adaptación sui
generis del clásico de Cervantes, nos presenta a un anciano (Jonathan Pryce)
que está convencido de ser Don Quijote y confunde a un ejecutivo publicitario
(Adam Driver) con su fiel escudero, Sancho Panza. Juntos emprenderán un
disparatado viaje a través del tiempo, desde el siglo XXI hasta el siglo XVII,
hasta que ninguno de los dos sepa ya distinguir la realidad de la fantasía. Sobra
decir que Terry Gilliam es un genio loco, lo cual garantiza muchas sorpresas
aunque no siempre sean buenas. Su creatividad e imaginación es capaz de lo mejor y de lo peor; de entregarnos grandísimas obras como El sentido de la vida o Doce monos a desastres colosales como Teorema zero, un pastiche infumable y carente de sentido que no recomiendo a nadie.
Por eso no está más arriba ni más abajo en mi lista: porque todos conocemos de sobra su talento pero no sabemos si le saldrá o no bien la jugada. Esperemos que esta obra saque a relucir sus virtudes y no tanto sus defectos.
3) Soldado.
El tercer puesto lo ocupa la secuela de Sicario, película de 2015 dirigida por
Denis Villeneuve y protagonizada por Emily Blunt y Benicio del Toro. En esta
segunda parte, titulada Soldado, seguiremos al personaje de del Toro, que en mi
opinión fue la mejor parte de la original junto a la siempre soberbia
fotografía de Roger Deakins. Si bien es cierto que no vuelve Villeneuve ni Blunt
ni tampoco el mencionado Deakins, no tenéis de qué preocuparos, porque han buscado muy buenos reemplazos. Por una parte, el proyecto cuenta con Stefano Sollima
en tareas de dirección –conocido por su destreza en el género mafioso, con series
como Roma criminal o Gomorra y la película Suburba en su filmografía–; por
otra, el director de fotografía habitual de Ridley Scott, Dariusz Wolski, se
encontrará detrás de las cámaras. Además, el guión sigue estando a cargo de
Taylor Sheridan, el cual volvió a asombrarnos el año pasado con su último
trabajo, Wind River. Esta continuación volverá a ambientarse entre la frontera
de EE.UU. y México y profundizará aún más en
la guerra contra los cárteles de la droga. Estoy convencido de que mantendrá el
mismo tono sombrío de la original y a la vez ahondará más en el enigmático
personaje de Alejandro Gillick (del Toro). Espero que Soldado eche por tierra
el mito de que segundas partes nunca fueron buenas.
2) Aniquilación.
Esta llega pronto, concretamente el próximo 12 de marzo. Desgraciadamente, la
nueva obra de ciencia ficción de Alex Garland (Ex machina, Sunshine) no llegará a la gran
pantalla, al menos en Europa, sino a Netflix. Este es un tema controvertido, que
da para un artículo propio, así que no me meteré mucho en los detalles. Lo que
sí me gustaría decir a todos aquellos que lo ven como una ofensa es que estoy
de acuerdo. Donde difiero es en la búsqueda de culpables –o motivos– de este problema que, de continuar así, podría suponer un grave peligro para la forma tradicional de ver cine. Me
explico: si yo tengo siete euros para ver una película en el cine y estoy dudando entre dos, está claro que tendré que optar por una. Ahí es donde entra la
elección humana, basada en preferencias y lo que es más importante: modas.
Muchos han señalado a Netflix o en su defecto a Paramount, la productora de
este filme, criticando el hecho de que Aniquilación no pueda disfrutarse en cines. De lo que
algunos no se dan cuenta es que Paramount no tomó esta decisión por que sí.
¿Creéis que si la ciencia ficción vendiera bien, desaprovecharían la
oportunidad de ganar dinero mal vendiendo los derechos a Netflix y perdiendo
así un mercado tan importante como el europeo? Yo no lo creo. Lo que creo es
que quitando cuatro o cinco éxitos como Gravity, Origen, Interstellar, Distrito
9 y Avatar –respaldados en su mayoría por una campaña promocional y de marketing importante–, el siglo XXI no se prodiga precisamente por ser terreno fértil para
este tipo de producciones: Hijo de los hombres, Blade Runner 2049, Sunshine, Ex
machina y más fracasaron en taquilla. Los estudios están demasiado obcecados con buscar su próxima gran
franquicia, con el fin de poder sacar rentabilidad a largo plazo y tratar de
competir con Disney –que ahora mismo arrasa allá a donde va–. Como pasa en
todo sector dedicado al ocio, los productos que sacan las compañías no dejan de
ser un reflejo del consumidor, ya que éstas intentan complacerlo como sea. Aniquilación es
una de mis películas más esperadas de 2018, me gustaría poder verla en los
cines pero si mis gustos son antitéticos a la tendencia del mercado actual,
entonces tendré que conformarme con el formato televisivo; alegrarme de que
esta clase de cintas aún se sigan produciendo y cruzar los dedos para que algún
día, la tendencia cambie.
1)
Backseat. Segunda cinta de tinte político tras la española, El
reino. Sin embargo, en este caso cruzamos el charco para observar detenidamente
los pasos del antiguo vicepresidente de los EE.UU., Dick Cheney, durante el
mandato de George Bush hijo. Este drama biográfico está escrito y dirigido por
Adam McKay, cuyo anterior trabajo, La gran apuesta, fue una de mis
películas favoritas de aquel año. Mordaz y veraz al mismo tiempo, con mucha
energía y pasión, McKay logró convertir un tema tan complejo, confuso y para mucho aburrido como la
crisis económica de 2008 en una película didáctica a la par que entretenida. En
esta ocasión, Christian Bale encarnará a Cheney y a él lo acompañarán actores
del calibre de Amy Adams, Steve Carrell, Sam Rockwell y Bill Pullman. Si todo
sale bien, podríamos estar hablando de una posible candidata en la próxima temporada
de premios.
Estas son mis elecciones pero me gustaría conocer vuestras ¿Hay alguna película de mi lista que figure también en la vuestra? Dejadme vuestros comentarios en la sección debajo de este artículo ¡Hasta la próxima, pasadlo bien y disfrutad del cine!
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