Adam Sandler ha tenido una carrera llena de baches, con algunos tropiezos importantes como Jack y su gemela o The Ridiculous 6 pero a mí me sigue pareciendo un buen actor, tanto cómico como dramático, demostrado en cintas como Punch Drunk Love o más recientemente, The Meyerowitz Stories. Con Click probablemente vimos la cinta más redonda del actor neoyorquino y es, al menos en mi opinión, uno de sus títulos más destacados hasta la fecha. La historia nos presenta a Michael Newman, un arquitecto que apenas tiene tiempo para dedicarle a su mujer Donna y a sus dos hijos, Ben y Samantha. Un día, Michael compra un mando que cambiará su vida, literalmente. La premisa parte de un lugar muy visto en cualquier película o sitcom americana pero por medio del mando, director y actor logran crear situaciones cómicas bastante efectivas, así como algún que otro problema serio para nuestro protagonista, aunque el drama resulta en ocasiones forzado. Además, el reparto es espectacular, contando con el gran Christopher Walken, Kate Beckinsale, David Hasselhoff y Sean Astin, entre otros. En definitiva, recomendaría este título a todos aquellos que sientan debilidad por la vis cómica de este actor y no estén listos a machacarla antes de verla. Está claro que no es una joya de la comedia ni pretende hacer humor elaborado pero en una época en la que escasean las risas dentro y fuera de la sala, Click puede ser una buena opción.
HACE 20 AÑOS...
Fernando León de Aranoa me parece un gran director, sobretodo cuando se centra en retratar de forma directa y sin adulterar algunas de las realidades de España. A finales de los 90 y principio de los 2000 nos trajo su particular trilogía costumbrista: Familia, Barrio y Los lunes al sol. Entre tantos teléfonos inteligentes, redes sociales y otras tecnologías similares que irrumpieron en nuestra vida sin previo aviso, a veces se nos olvida que hubo un tiempo en el que las cosas no se movían a golpe de click. La era analógica y la digital no están tan alejadas de sí y sin embargo, se siente como una eternidad, más aún cuando ves películas como ésta. Para escribir estas líneas, la he vuelto a ver y tengo que decir que no pierde ni un ápice de emoción. Es como meterse en una cápsula del tiempo, retrotrayéndose a aquellos tiempos de interminables debates sobre fútbol, cine o música, en los que aún soñábamos despiertos y nuestro mayor quebradero de cabeza era esa chica que nos volvía locos. La película se ambienta un verano cualquiera, en el madrileño barrio de San Blas, donde tres chavales, Javi, Manu y Rai, viven sus días de juventud vagando de calle en calle y metiéndose en los líos propios de la época. Y es que por aquel entonces, el aburrimiento era un acompañante habitual, así que a falta de alternativas utilizábamos el ingenio y la curiosidad propia de la edad para divertirnos. Independientemente de si te gusta Aranoa o no, creo que Barrio disecciona con precisión y corazón aquella época tan cercana y lejana a la vez; los personajes ocupan algunos de los roles más representativos de la sociedad, las divertidas aventuras de nuestros protagonistas, contadas a través de viñetas, están muy bien ilustradas y el ritmo nunca decae. Además, personajes como el padre de Manu o el vecino de Javi tienen mucha miga y son un buen contrapeso dramático que el director sabe manejar a las mil maravillas. Por último pero no menos importante, la banda sonora es un punto clave en la cinta. Grupos como Extremoduro, Habeas Corpus, 7 Notas 7 Colores y Hechos contra el decoro, que entró en el panorama musical patrio colaborando en la BSO de esta película son imprescindibles para dotarle de identidad a esta película que, si no visteis, os la recomiendo encarecidamente.
Y a vosotros, ¿cuál os gusta más? ¿Visteis alguna en el cine? Dejadme vuestras respuestas aquí abajo, en los comentarios. Hasta otra, pasadlo bien y disfrutad del cine. ¡Saludos!
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