Cuando
Disney anunció que Guy Ritchie dirigiría la adaptación a imagen real de
Aladdin, no me lo podía –o no me lo quería– creer. ¿El mismo que barrió, cual
vendaval, el panorama cinematográfico de principios del nuevo milenio
retratando los bajos fondos ingleses con ingenio, comedia negra y diálogos punzantes?
¿Ese Ritchie? Quizá siga en la fase de negación, pero lo cierto es que no me he
atrevido aún a ver la película que realizó para Disney en 2019, aunque eso no
significa que su nuevo proyecto, titulado The Gentlemen, no llamase
poderosamente mi atención. Primero, por contar con un reparto de lujo, entre
los que destacan Matthew McConaughey, Hugh Grant y Charlie Hunnam; segundo,
porque todo hacía indicar que Ritchie por fin regresaba a su género predilecto,
ese que le catapultó a la fama; tercero… no se me ocurren más razones, pero con
las dos primeras debería bastar.
La
historia, ambientada en las calles londinenses, se centra en el capo de la
droga Mickey Pearson (McConaughey), un americano expatriado que cuenta con el
mayor imperio de marihuana de las islas británicas. Cansado de llevar una vida
criminal, Pearson decide vender su multimillonario negocio, decisión que
desatará una guerra entre bandas por hacerse con el “trono de hierba”.
Si
eres aficionado a su particular forma de entender el cine, entonces estás de
enhorabuena, porque The Gentlemen pretende ser una vuelta a los orígenes.
Atención, cuando digo vuelta no significa que el Guy Ritchie de los 2000 haya
reaparecido para rodar esta película, pero sí se aprecia un afán por alejarse
de su faceta hollywoodiense.
La
buena noticia es que sus rasgos característicos siguen ahí: el uso de voz en
off como narrador de la historia, los montajes adrenalínicos, la cámara lenta y
la deconstrucción espacio-temporal de la historia, una buena música rockera de
fondo, la galería de personajes arrogantes, “tontolculo” y con tanta verborrea
como facilidad para apretar el gatillo, etc. Sin lugar a dudas, The Gentlemen
es su película de mayor autoría desde RocknRolla.
La
mala noticia es que, a diferencia de sus primeros trabajos, a esta nueva
historia se le intuye un regusto aburguesado que le hace perder potencia al
conjunto. El guion, que no es nada del otro mundo, tiene mucha floritura y poca
concreción. La historia tarda en despegar no porque sea lenta o aburrida, sino
porque carece del gancho y de la chulería “barriobajera” que solía tener el
guionista británico. Los personajes que diseña son muy “cool” pero en ocasiones
resultan impostados, denotando una falta de soltura en la materia, igual que un
maratoniano volviendo a correr tras años de parón. No vais a echar de menos los
giros de guion ni los personajes con tramas entrelazadas, pero ya no se sienten
tan gamberros ni tan auténticos como antes. El cóctel narrativo que nos prepara
sabe bien, pero ya lo hemos probado mejor.
Sin
embargo, si algo mantiene intacto el director de Lock & Stock es su
habilidad para rodearse de actores que saben interpretar sus líneas de diálogo
a las mil maravillas. Todo el elenco saca lo mejor de sí para brindarnos la
experiencia más entretenida posible; desde un Matthew McConaughey magnético,
que no se lo pasaba tan bien con su personaje desde El lobo de Wall Street,
hasta Michelle Dockery, que deja atrás la mansión de Downton Abbey para
descubrir su lado más salvaje a la par que elegante. Mención aparte para dos
secundarios “roba-escenas” como Hugh Grant y Colin Farrell, los cuales
derrochan carisma en cada una de sus contadas intervenciones.
En
definitiva, The Gentlemen no sólo es un buen producto de entretenimiento, sino
que también es una de las primeras gratas sorpresas de este año 2020. Una
película bien interpretada, dirigida y escrita por un Guy Ritchie que busca reivindicarse y de paso recuperar a todos aquellos que nos maravillamos con sus primeras películas.
Aunque el esfuerzo es loable y la ejecución tampoco es desdeñable, el resultado
final está lejos de lo que una vez fue; puede que algún día, cuando se haya
alejado definitivamente de la industria de Hollywood, vuelva a tener esa
chispa sinvergüenza que tanto se echa en falta en el cine actual. Mientras tanto,
los yonkis de la Ritchie-droga podemos saciar nuestro mono consumiendo este
sucedáneo.
6,5/10:
DOÑA GRIFA Y LOS CABALLEROS DE LA MESA MAFIOSA.
Pedazo de critica querido! un abrazo!
ResponderEliminarMuy buena crítica!!! Película de acción y comedia muy entretenida! Además está disponible en varias plataformas!!!
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