Los 50 actores más importantes de la historia - Del 35 al 31

Buster Keaton, Walter Brennan o el más joven de esta lista, Leonardo DiCaprio, fueron algunos de los nombres que ocuparon los puestos 40 a 36. ¿Ya os hierve la sangre? ¿No? Bueno, pues seguramente lo hará en los próximos artículos porque, como siempre ocurre con los rankings, todos tenemos uno diferente. Recordad que lo realmente importante es pasarlo bien y espero que esté siendo. Así que abrochaos los cinturones, agarraos a algo, porque los cinco que vienen prometen sorprender a más de uno.

35 – LAURENCE OLIVIER


Hay que ver sus adaptaciones de Shakespeare en la gran pantalla para llegar a vislumbrar la grandeza de Sir Laurence Olivier, probablemente el más característico intérprete que haya dado nunca Gran Bretaña. Y es que nadie adaptó y entendió mejor los textos de William Shakespeare que él. Como el legendario actor de teatro que fue, Olivier siempre dominaba el escenario con una maestría y sobriedad que solo atesoran los más grandes de todos los tiempos. Por poner un ejemplo, en Hamlet (1948), dirigida y protagonizada por él mismo junto a Joan Fontaine, Olivier nos ofrece a todos un clinic de saber estar, logrando transmitir en cada momento las emociones, estados de ánimo y pensamientos que pasan por la cabeza de su personaje. Su papel le vale los dos Oscar que tiene en su haber –uno por su actuación y otro por su dirección– con un total de doce nominaciones a lo largo de su dilatada carrera.


Laurence Olivier era un apasionado de las artes escénicas y ello le llevó a participar en más de ochenta películas y series de tv, además de intervenir en unas ciento veinte obras teatrales. Siempre le gustaba llevar algún tipo de disfraz, peluca o prostética para sumergirse dentro del personaje y darle así los matices que luego veíamos en pantalla. Era un actor muy sutil, a veces se le acusó incluso de soso o hierático, pero también era capaz de hacernos llegar los aspectos más atormentados de los personajes que encarnaba. Fue un icono reconocido y reconocible tanto en le teatro, donde es un auténtico gigante, como en el cine y por eso creo que merece entrar en esta lista de los más influyentes.

34 – FERNANDO FERNÁN GÓMEZ

Nacido en agosto de 1921 en la capital de Perú, Lima, Fernando Fernán Gómez emigró a España a la corta edad de tres años, país en el que terminaría consagrándose como uno de los artistas más relevantes de su historia reciente. Actor, dramaturgo, guionista y director de todo lo que se le pusiera por delante (cine, televisión o teatro), Fernán Gómez se atrevía con cualquier proyecto y lo hizo siempre con un enorme profesionalismo.

De todos los grandes iconos del cine que aparecen en este top, el actor español tiene el honor de ser uno de los pocos que podrían figurar también entre los mejores directores de la historia. Esto nos da una idea de lo importante que ha sido.


Uno de mis actores predilectos, que se las arregló para hacer tanto comedia como drama con grandes resultados an ambos géneros. Por un lado, tenemos La venganza de Don Mendo, Esa pareja feliz o La vida por delante, esta última coprotagonizada junto a uno de sus grandes amores, Analía Gadé; por el otro, encontramos su faceta más reivindicativa y social, con grandes títulos como El pisito, El mundo sigue o El espíritu de la colmena.

Su filmografía es envidiable y su aportación al cine español es clave para su evolución a lo largo de las décadas. Fernán Gómez se mantuvo activo y en candelero desde los años 40 hasta mediados de los años 2000, aún protagonizando buenas películas y entregándonos enormes interpretaciones que lo convierten en un titán del cine.

33 – FREDRIC MARCH

En el puesto trigésimo tercero encontramos a alguien que ostenta el honor de ser el único actor masculino en ganar por partida doble el Oscar y el premio Tony, que celebra a los mejores actores del teatro norteamericano. Solo este dato creo que despeja cualquier duda que hubiese con respecto a su presencia en esta lista. Es más, mientras escribo estas palabras empiezo a dudar si este el puesto que mejor se ajusta a su carrera y su talento; yo creo que podría ocupar perfectamente las primeras diez o quince posiciones, pero para hacer eso tendría que quitar de ahí a alguien que también se lo merece.



Fredric March fue reconocido como uno de los actores más versátiles de los años 30 y 40, época en la que cosechó gran éxito protagonizando cintas como El hombre y el monstruo (1931) que le valdría su primer Oscar, Ha nacido una estrella (1937), película que luego tendría múltiples remakes con Judy Garland, Barbra Streisand y el último protagonizado por Lady Gaga o Una mujer para dos (1933), donde comparte pantalla con el mencionado Gary Cooper.

Lejos de caer en el olvido, March prosiguió su carrera en los años 50, después de ganar su segundo Oscar en 1946 por Los mejores años de nuestra vida de William Wyler. En esta década mantuvo su estatus de estrella con poderosas actuaciones al alcance de muy pocos. Y es que Fredric March era un actor superdotado y ello le permitió saltar de Hollywood a Broadway con relativa asiduidad, lo que le llevaría a ganar premios en todas las esferas teatrales de EE.UU.


32 – GARY COOPER

80 títulos protagonizados, dos premios Oscar y otras tres nominaciones y una carrera que abarcó varias décadas, desde el final del cine mudo hasta la época dorada de Hollywood, Gary Cooper es historia del cine y eso hemos de otorgárselo.

A Cooper le colgaron merecidamente el cartel de héroe americano, perfil que interpretó en westerns, aventuras y dramas de gran éxito como Marruecos, Adiós a las armas, El secreto de vivir o El sargento York. Poco queda por decir que no se haya dicho ya del gran talento de Gary Cooper, tan capaz de hacer un drama como una comedia o una intriga. Pese a ser considerado como uno de los grandes galanes del Hollywood clásico, Cooper superó ese estereotipo demostrando que también podía ser un gran actor.


Cuando alguien me dice que este tipo de actores solo posaban frente a la cámara, yo les digo que miren otra vez y que no se dejen engañar por su “look”. En el caso de Gary Cooper, estrella por antonomasia, yo recomiendo visionar El manantial de King Vidor,  por ejemplo, donde se sale de la pantalla con una interpretación tan descarnada, loca y vehemente como carismática. 


31 – TOM HANKS

Este quizá sea uno de los puestos que más me reprochéis y lo entiendo: Tom Hanks es quizá la gran estrella clásica del cine moderno. Un actor que nació para interpretar al típico héroe americano que Hollywood lleva vendiendo desde sus orígenes. Hanks está en esa liga junto a otros como Gregory Peck, James Stewart o John Wayne.


El actor de Forrest Gump comenzó su carrera como otras estrellas clásicas, haciendo reír al público con su afinada vis cómica. En esta etapa estrenó obras tales como la infravalorada Despedida de soltero (1984), Esta casa es una ruina (1986) o Big (1988), que le dieron una imagen de tipo carismático que transmitía siempre buenas vibraciones.

Sin embargo, su trayectoria daría un inesperado giro hacia el dramatismo cuando protagonizó Philadelphia en 1993 junto a Denzel Washington. Por aquel entonces, Hanks era conocido por su faceta más ligera y desenfadada, algo que cambió por completo cuando participó en el filme dirigido por Jonathan Demme. Su sentida interpretación le valió un Oscar –y su segunda nominación–, abriéndole la puerta a otro tipo de papeles donde demostraría sobradamente su capacidad para emocionarnos. Tom Hanks sigue en activo y esperemos que por mucho tiempo, porque estoy seguro de que aún le quedan grandes papeles por interpretar.

0 comentarios:

Publicar un comentario