Estamos cada vez más cerca del ansiado top 10, pero aún faltan muchos actores por descubrir, algunos tan importantes que os dolerá no verlos más arriba, pero recordad que esto son solo posiciones, una medida que jamás podrá reflejar el talento de un intérprete. ¿Tiene más calidad actoral el décimo octavo que el décimo noveno? En la práctica no, pero esto es un ranking y solo hay una forma de ordenarlos. En el último artículo se citaron estrellas del calibre de Peter O’Toole, James Dean o Clint Eastwood entre otros...¿cuáles les seguirán?
20 – JOHN WAYNE
John Wayne ha trascendido al cine, dejando huella en la cultura popular del mundo entero. Poco importa si eres americano, alemán o ruso, todos conocemos a este desgarbado icono del western. Yo entiendo a aquellos que lo critican, alegando que es un actor con poco rango y limitado a un tipo de personaje, pero yo tengo que disentir. Es cierto que Wayne gozó durante muchos años de un estatus de mega estrella que le garantizaba ser el héroe galán de sonrisa pícara y noble comportamiento que se llevaba siempre a la chica. Eso es innegable. Pero si aceptamos esto, también hemos de admitir que, en una industria que cambiaba actores y actrices como quien cambia de ropa interior, John Wayne resistió férreamente hasta convertirse en una constante. Hollywood cambiaría, pero John Wayne seguiría ahí al pie del cañón, rodando películas con la profesionalidad, el buen hacer y la presencia que muy pocos tenían -ese andar en la escena final de Centauros del desierto-. Comprendo que haya a quien no le guste, pero echando un simple vistazo a su filmografía, no podemos negar su relevancia. La diligencia, Fort Apache, Río Rojo, El hombre tranquilo, Centauros del desierto, El dorado, El hombre que mató a Liberty Valance, etc.
John Wayne solo habrá uno en la historia. Es cierto, muchos de los actores de esta lista son irrepetibles por una razón u otra y sin embargo no ocupan este puesto tan privilegiado, pero es que Wayne despertó la pasión por el cine a cientos de miles de personas. Fue alguien imprescindible para ayudar a promover el séptimo arte a nivel global y es sin duda una de las mayores figuras que haya visto el western –género que de por sí es una piedra angular que sirvió como base narrativa y fuente de inspiración para realizadores y géneros venideros–.
Solo por su exitosa colaboración con el maestro John Ford –formando la dupla actor/director más memorable jamás vista–, abanderando las películas de uno de los grandes genios del cine, creo que ya merece aparecer en esta lista. Si a esto le sumamos colaboraciones con Howard Hawks, Michael Curtiz, Henry Hathaway o Nicholas Ray entre otros, no podemos obviar a John Wayne en una lista que hable sobre los actores más importantes. Su contribución ha sido capital y su figura fue y continúa siendo muy alargada.
19 – DUSTIN HOFFMAN
Gran amigo de Gene Hackman, ambos compañeros de piso junto a Robert Duvall en sus primeros años de carrera, Dustin Hoffman ha aportado siempre un carisma muy peculiar a sus proyectos. Un tipo recatado, con sonrisa contagiosa y gesto afable, que siempre interpretó a personajes sensibles, intelectuales o familiares, pero que también jugaba muy bien con la comedia y con el drama más intenso, como demostró, por ejemplo, en Cowboys de medianoche –una de mis obras fetiche–.
Su gran salto a la fama –y su debut en la gran pantalla– ocurrió en El graduado, uno de los romances más polémicos y subidos de tono de todos los tiempos, dirigida por Mike Nichols y coprotagonizada por una soberbia Anne Bancroft que por entonces estaba en el mejor momento de su carrera. Aquella película le valdría a Hoffman la primera de siete nominaciones a los premios Oscar y propulsaría su carrera a la estratosfera; de la noche a la mañana, pasó de ser un desconocido a rifárselo medio Hollywood.
Cowboy de medianoche, Perros de paja, Papillon, Lenny, Todos los hombres del presidente, Kramer contra Kramer, etc. Tomando únicamente su trayectoria en los años setenta, Hoffman ya tendría méritos para ser candidato a entrar en este ranking, pero es que su filmografía sigue mucho más allá de la década de los 70.
Arrancaría los años 80 estrenando Tootsie, una comedia algo olvidada con el paso de los años, pero que mantiene la misma frescura y gracia que en 1982. Luego vendría Rain Man, con Tom Cruise como compañero de reparto, y así seguiría haciendo películas hasta el presente, estrenando hace poco el drama familiar The Meyerowitz Stories. Nadie puede negar la versatilidad de este actor de mirada juvenil y la habilidad para actuar de alguien con gran bagaje.
18 – CARY GRANT
Un as de la comedia y uno de los actores más carismáticos que haya visto el séptimo arte. Difícilmente encontraremos a un actor que luzca mejor en pantalla que Cary Grant y por supuesto, tampoco podía faltar en esta lista –aunque tuve que engañar a algunos para intentar mantener el suspense hasta el final–. ¿Qué se puede decir de él? Pues que su legado habla por sí solo: más de treinta años participando en algunas de las mejores comedias de todo el cine como Arsénico por compasión, Historias de Filadelfia, Luna nueva, La fiera de mi niña, etc. Cary Grant tenía una presencia inigualable, siendo capaz de llenar la pantalla en cualquiera de sus intervenciones.
Si bien a Grant se le conoce más por su vis cómica –aún recuerdo la ridícula escena de la ducha en Charada y me echo a reír–, tampoco hemos de desdeñar su faceta más dramática. Especialmente reseñable es su colaboración con el maestro del suspense, Alfred Hitchcock, con quien rodó Sospecha, Encadenados, Atrapa a un ladrón y la gran obra maestra Con la muerte en los talones. Los productores de Hollywood se peleaban a puñetazos por tenerlo como cabeza de cartel, ya que sabían que él nunca fallaba a la hora de atraer público a verle.
Hay que decir que nunca ganó un Oscar, aunque estuvo cerca en dos ocasiones, y tampoco fue alguien especialmente laureado en las temporadas de premios. Sin embargo, como alguien que no le da mucha importancia a los premios, creo que es de justicia reconocerle a Cary Grant su aportación al cine, ya que es sin duda uno de los actores que mejor sabían moverse por el escenario.
17 – AL PACINO
Serpico, Michael Corleone, Tony Montana, Sonny, etc. Algunos de los personajes más memorables que nos ha brindado el cine en las últimas décadas se deben a Al Pacino. Un actor descomunal con el que mucho aprendimos a amar el cine de jóvenes. Crecimos con sus películas y con sus siempre carismáticas interpretaciones, que eran uno de los puntos fuertes de cualquier film en el que participase. Y es que ver a Pacino en la gran pantalla era sinónimo de espectáculo.
Su carrera explotó pronto gracias al papel protagonista en la trilogía de El padrino, una saga de películas que le ayudaron a cimentar su gran reputación y le permitieron crear una imagen díscola de un actor que había nacido para encarnar a personajes difíciles y problemáticos; los más duros y rebeldes del corral. Ese fue el denominador común a lo largo de su carrera, espolvoreado de vez en cuando con papeles que se salían un poco de lo habitual como en Frankie & Johnny o Esencia de mujer.
Los más críticos le acusan de sobreactuar, de querer chupar cámara a base de gesticulaciones y alaridos. Entiendo las críticas y además creo que están justificadas en algunos casos en el que su histrionismo le jugaron una mala pasada. No obstante, creo que esto es parte de su marca personal, su forma de dar vida a unos personajes que, como dije antes, suelen caracterizarse por un carácter muy vehemente. Me parece injusto criticarle por ser muy intenso y alabar a otros por ser demasiado comedidos, porque al final no dejan de ser estilos diferentes y Al Pacino es uno de los más grandes en lo suyo. Nadie puede intimidar al espectador y absorberlo igual que lo hizo él y si a eso le añadimos su enorme trayectoria –algo manchada en la última década y media–, creo que no cabe duda de que se ha ganado a pulso aparecer en este top.
16 – ROBERT MITCHUM
Galán y canalla, héroe y villano, Mitchum fue uno de los intérpretes con mayor talento de una generación como la suya poblada de grandes actores. Su carrera abarca una gran variedad de géneros que van desde el melodrama hasta el cine bélico, pasando por el western y el cine negro, cosechando éxitos allá donde trabajaba. Poco importaba si era el protagonista o el antagonista, héroe o antihéroe –a menudo esta última–, porque Mitchum siempre rendía a un altísimo nivel.
Si tuviera que guardar en un cofre dos películas suyas que mejor lo definan, yo lo tengo claro: La noche del cazador y La hija de Ryan. En la primera hace de asesino despiadado, el terror personificado, mientras que en la otra su personaje es completamente distinto, interpretando a un maestro de escuela cornudo y herido de muerte por el amor. Si a estas dos grandes interpretaciones le sumamos otras como las que ofrece en El cabo del terror, Retorno al pasado o Cara de ángel, yo creo que no cabe duda de la magnitud que llegó a tener este actor pétreo, tosco y sobretodo con una presencia descomunal en la gran pantalla.
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