Un cubo de Rubik mortal (te mata del tedio)

“El cubo” es una película canadiense de ciencia ficción y terror psicológico dirigida por Vincenzo Natali y protagonizada por seis completos desconocidos. La historia se centra en este grupo de personajes: una doctora, un policía, una alumna aplicada, un deficiente mental, un escapista y un oficinista. Estos seis se encuentran encerrados en un cubo de dimensiones surrealistas el cual, a su vez, está compuesto por miles de pequeñas habitaciones cúbicas que encierran combinaciones matemáticas imprescindibles para distinguir las habitaciones seguras de las que ocultan una trampa mortal.

Esta es la ópera prima de Vincenzo Natali y, en líneas generales, construye un buen espectáculo. Logra transmitir con efectividad la presión, el cansancio y la angustia y ansiedad que atraviesan los protagonistas y a la vez se ocupa de que la trama no se estanque y mire siempre hacia delante. Aparte de eso, dota de un gran ritmo a una película que no se entretiene ni en reflexiones ni en profundas explicaciones. Pasando a las actuaciones, nuestro grupo protagonista se compenetra bien sin que ninguno destaque claramente. Algunas veces sobreactuan y te sacan algo de la historia pero si quitas esos momentos puntuales y perdonas sus errores lógicos por la inexperiencia cumplen con sus roles individuales, funcionan como grupo y ninguno resulta demasiado molesto -bueno, quizás el actor que hace de deficiente mental con sus ridículas intervenciones que avergonzarían al Dustin Hoffman de “Rain Man” o al Sean Penn de “Yo soy Sam-. El guión es claramente lo más flojo, ya que partiendo de una idea interesante con gran potencial se va desinflando lentamente hasta que caes en la cuenta de que todo se reduce a los números primos y de que todas aquellas clases de matemáticas de primaria en las que no atendías nada son realmente la clave para sobrevivir. En serio, no entiendo porque los guionistas no dedicaron más tiempo en darle coherencia a este fallo garrafal y sí le dieron tanta a las especificaciones del cubo y a las intrascendentes historias de los personajes -no necesito saber que el policía pega a sus niños, maltrata a su mujer y le gustan las jovencitas como tampoco necesito que me detallen la vida del oficinista ni que mencione su colección enfermiza de porno-. La fotografía es simplona, correcta aunque un poco repetitiva y cansina. Cierto es que no tenían mucho escenario con el que trabajar y por eso entiendo que la estética visual no impresione. No hablaré de la música ya que no merece mención, solo decir que sino van a realizar un gran tema acorde a la película mejor hubieran puesto alguna música ambiental.



En definitiva, “El cubo” interesa pero no impresiona, llama tu atención para engañarte con una historia desaprovechada -un diamante en bruto- que queda muy bien para un corto pero que se ahoga como largometraje. Sinceramente si hubiera durado media hora habría ganado mucho más, habría sido más misteriosa, enigmática y brutal que lo que es. Dicho esto, con esta propuesta y una crítica generalmente positiva me embarcaba en este thriller con la esperanza de ver algo más que una buena premisa, pensando inocente de mí que no caerían en estereotipos y recursos de tercera. Obviamente me equivoqué, ya que esta cinta, lejos de entretener aburre y toma al espectador como un pobre imbécil que cree no saber seguir la trama intrínseca de alto componente matemático que nos proponen cuando, realmente, lo que pretenden es ocultar sus flaquezas y agujeros de guión con la esperanza de que te pierdas en su acción.

4/10: REGULERA

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